Entrevista

Foto: Giuseppe Dezza

Mirna Perla:

«Algunos sectores han dicho expresamente que no van a reconocer a Bukele como presidente»

Laura Flores Amaya*

Febrero 23, 2024

El semblante de Mirna luce firme. Ya ha visto pasar frente a sus ojos una guerra y un supuesto fraude electoral es solo el anuncio de algo difícil, que ya ha sabido vivir. Abogada, exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia, Mirna Perla ha sido una incansable luchadora social.

Aunque enfrentó la difícil pérdida de su esposo, el defensor de derechos humanos Herbert Anaya, asesinado por alzar su voz, Mirna dice que mantiene su esperanza intacta. Ahora, su trinchera, el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, es una de las organizaciones opositoras al gobierno de Nayib Bukele. De hecho, encabezó el listado de organizaciones que convocaron a la marcha masiva del 15 de septiembre de 2022 en contra de medidas implementadas por su Gobierno.

En esta entrevista, Perla no muestra cansancio. Expresa cómo la sociedad civil organizada se prepara, de a poco, para una etapa difícil en el país. Pero también denuncia los abusos, un supuesto fraude electoral, y la lamentable forma en que luchadores y luchadoras como ella, ven que se les arrebatan los logros que tanto les ha costado conquistar.

Mientras conversamos con Mirna, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) estaba por iniciar el conteo voto por voto de las elecciones legislativas, de las cuales misiones como la de la Organización de Estados Americanos (OEA) señalaron deficiencias en el proceso.

En una segunda conversación, el conteo había iniciado, pero la oposición y la prensa independiente denunciaba atropellos e indicios de fraude en el escrutinio. Al cierre de esta nota, el TSE anunció que Nuevas Ideas obtuvo 54 de los 60 diputados, el Partido de Concertación Nacional, aliado del oficialismo, logró dos y el partido Demócrata Cristiano, también aliado, uno. Los únicos opositores: un diputado de Alianza Republicana Nacionalista y una de Vamos. Con estos resultados, el FMLN, el partido que representa los ideales de Mirna, quedó fuera de la Asamblea, por primera vez desde su creación luego de los Acuerdos de Paz.

«Es claro que los partidos políticos no pueden continuar apostándole a una Asamblea donde no hay nada que hacer».
Mirna Perla.
¿Cuál cree usted que podría ser el rol que deberían jugar los partidos de oposición e incluso los que se queden afuera de la Asamblea Legislativa?

El terreno de acción de la oposición no va a estar en la Asamblea, sino que va a estar en las luchas populares, porque es claro que los partidos políticos no pueden continuar apostándole a una Asamblea donde no hay nada que hacer. Al menos, lo único sería, tal vez, que si hay algún diputado valiente, debajo de la mesa puede sacar información, para ver si se publica. Pero yo siento que es muy limitado el papel que ahora se le podría asignar a la oposición dentro de la Asamblea, muy muy limitado.

Siempre pensando en esta línea de encontrar pequeñas hendiduras en el sistema, ¿Qué otros actores, organizaciones o personas podrían jugar un rol importante en este nuevo escenario?

La verdad es que el pueblo mayoritariamente no votó por Bukele. El padrón es mucho más grande de lo que votó por Bukele. Según sus cuentas, más de 2 millones votaron por él, cosa que nunca se va a saber porque no hay confianza en el proceso electoral, pero digamos que son 2 millones, no llega ni a la mitad.

O sea que quien ha ganado es el abstencionismo, y la gente va a tener que defenderse. No con las instancias que están, digamos, institucionalmente creadas para responder a la necesidad de tener un salario mínimo, o que se le respete la estabilidad laboral, que se controlen los precios, que no se le quite la tierra a la gente o las propiedades. La gente va a tener que defenderse, digamos, en la lucha organizada popular. No va a haber de otra, porque los jueces, por gusto. El juez honesto que quede y resuelva en contra de lo que dice Bukele, lo van a sacar. Entonces, por ahí no va a haber mayor protección de derecho.

La lucha empieza otra vez, así como en los años 70 que se le cerraron todos los espacios a la gente, como ahora.

La luchadora social Mirna Perla durante una marcha popular. Foto: Luis Galdámez

Usted decía algo importante. Anteriormente, cuando la gente quería ir a protestar y hacer ver algo, iba a la Asamblea, llevaba alguna carta y así hacía visible ciertos problemas. ¿Cómo podemos dimensionar qué cosas son las que perdemos con el hecho de que la Asamblea ya no vaya a escuchar voces, incluso de personas que han votado por ellos, pero que les van a reclamar cosas que tal vez sean necesarias?

Según nuestra Constitución, la Asamblea debe ser pluralista. Debe haber representación de las diferentes posturas ideológicas, lo mismo que en la Corte Suprema de Justicia, así lo dice la Constitución. Aunque le hayan dado su gran caja con víveres la semana anterior o el día anterior a las votaciones, eso es comida para hoy y hambre para a saber cuántos años, porque el problema ahí está en que todo mundo va a sufrir por el alza de la gasolina sin control, alza de precios, de la canasta básica, sin control. Todo mundo va a sufrir el atropello de que la prioridad no va a ser la educación, que se le debería de garantizar en forma gratuita y obligatoria a toda la niñez salvadoreña. También la salud. Ahí está mucha gente sufriendo en ese hospital Rosales, en los hospitales públicos porque no hay medicinas.

«El problema ahí está en que todo mundo va a sufrir por el alza de la gasolina sin control, alza de precios, de la canasta básica, sin control». Mirna Perla.
Ahora, pensando también en los defensores y defensoras de derechos humanos y en organizaciones como la que usted integra, el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, ¿cómo visualizan que va a ser este escenario para ustedes, con menos garantías y con un presidente reelecto?

Ya se hizo una reunión con algunas organizaciones para ver el tema de seguridad, porque es claro que la represión se va a incrementar. Desde hace varios años hemos venido haciendo una propuesta de ley para protección de la gente que trabajamos en derechos humanos, porque es la gente más vulnerable. Sabemos que aunque se aprobara, sería nada más una forma de lavarle la cara a la dictadura.

Todavía no nos hemos pronunciado, pero sí es claro que algunos sectores han dicho expresamente que no van a reconocer a Bukele como presidente, porque él se ha postulado como candidato mientras su candidatura es inconstitucional. Y si la gente lo ratifica con un porcentaje bien mínimo, porque es el 28 % de la población la que aparentemente le ha dado el apoyo, pues no estamos hablando del 51 % que exige la Constitución. Las organizaciones de derechos humanos tenemos que buscar la manera de cerrar filas para protegernos y buscar mecanismos que nos permitan seguir trabajando, porque nuestro esfuerzo no se puede callar.

«Es como volver a un círculo, volver a una época que ya vivimos y que fue muy dura para mí». Mirna Perla.
¿Por qué cree que la ciudadanía que salió a votar y no votó a favor del presidente está tan pasiva con respecto al supuesto fraude?

Hay una amenaza fuerte con el régimen. Entonces, por un lado está eso verdad. Pero este país se ha enfrentado a amenazas de, por ejemplo, la Ley del Orden Público, el Decreto 50, donde obviamente hubo represión fuerte, no eran amenazas, sino que desapariciones. Por eso hay más de 10 000 desaparecidos y desaparecidas en el país. Hay más de 70 000 civiles asesinados en masacres, en forma individual o colectiva, selectiva, indiscriminada. Hay miles de torturados en las cárceles y también asesinados.

Eso ya no es nuevo, ha sido parte de la forma como las dictaduras impuestas por la derecha en el país [han gobernado]. Mientras haya necesidades que cubrir, mientras exista injusticia estructural, el pueblo no se calla. Como dice en la Biblia misma: «Si no habla quien debe de hablar, hasta las piedras van a hablar». Eso, lamentablemente, nos anuncia una etapa de convulsión social muy fuerte, al irse cerrando los espacios que, estructuralmente, tiene El Salvador para poder generar una convivencia armónica, pacífica, quizás no perfecta.

Yo sé que usted ha sido luchadora social por mucho tiempo y ha desempeñado también algunos cargos. Usted que ya luchó una vez y ve cómo que esto se reinicia ¿Qué le hace pensar eso?

Pues yo lo lamento mucho, sinceramente. Al principio, todo este descaro de parte de Nayib Bukele, que llega con los votos del Frente y con el apoyo del Frente, pero ahorita ya ha demostrado él que no tiene ninguna lealtad con nadie.

Yo misma he ido a hacer campaña apoyándolo a él cuando iba para alcalde de San Salvador. Hemos hasta enfrentado a las pandillas, que nos amenazaban cuando no era él el que estaba negociando con las pandillas, sino que era ARENA la que estaba ahí haciendo su trabajo, amedrentando a quien estaba apoyando a Nayib Bukele para ser alcalde de San Salvador. Lo hacíamos con esa esperanza que mucha gente ahorita tiene, de que fuera una persona que respondiera a las necesidades del pueblo, pero que lamentablemente ya sabemos que no. Él usa a la gente, usa las instituciones, las destruye sin ningún miramiento.

Así es que eso significa que nos toca volver a empezar. Es muy lamentable. Es como volver a un círculo, volver a una época que ya vivimos y que fue muy dura para mí. El costo fue duro. Mis hijos han tenido que presenciar cuando secuestraron a mi esposo. Lo asesinan delante de mis hijos, lo torturaron. Trataron de obligarlo a doblegarse, pero Herbert, como mucha gente admirable de este pueblo, no tenía precio y no lo doblegaron.

Entonces los procesos, según los científicos sociales, son así, van para adelante, a veces se avanza mucho y luego se retrocede. Estamos en esa época de retrocesos, pero esto sigue. Nuestra esperanza sigue intacta. Las causas del por qué luchar por un país con armonía entre los seres humanos y la naturaleza está intacta. El reto es cada vez mayor. Así es que, como decía Herbert, nuestra voz no la callarán nunca, porque es la voz del pueblo.

* Periodista

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