Recuerda cuando Hugo Chávez, en Venezuela, sacó del aire en mayo de 2007 al canal RCTV, con el argumento que se había vencido la concesión, pero que fue sin duda una decisión política: “El antes y después que simbolizó Chávez fue el de un presidente que podía gobernar polarizando a la sociedad y enfrentando a los medios de comunicación masiva”, sentencia.
“Los cambios que han tenido y que tienen lugar están representados en los triunfos electorales de figuras como Pedro Castillo en Perú, Nayib Bukele en El Salvador o Gabriel Boric en Chile, que simbolizan nuevas tendencias. Se puede alcanzar el poder, hoy, sin tener el respaldo y la maquinaria de los medios masivos, incluso se puede alcanzar el triunfo teniendo en contra al aparato mediático convencional”, afirma Cañizález.
Consigna que “detrás de sus triunfos, sin duda, está el hastío de esas sociedades, el cansancio ante una clase política que se desconectó de las demandas sociales, por decirlo fácil y rápido. Sin embargo, refleja una nueva realidad, este poder político emergente no está en deuda con el sistema mediático, al menos a simple vista. Los latinoamericanos apoyan hoy en menor medida a la democracia, según los estudios del Latinobarómetro, que también dejan al desnudo lo que se cataloga de ‘autoritarismo difuso’, el creciente apoyo a un gobierno no democrático si éste ‘resuelve los problemas’”.
El periodista y profesor venezolano señala tras visitas a México y Argentina, y su intercambio con diversos colegas, las siguientes tendencias que, si bien son generales, tienen particularidades en América Latina:
- El consumo de información y el tiempo al ocio sucede más en un Smartphone que en la pantalla de televisión.
- Los quioscos de prensa –en los países en los que aún sobreviven- comercian chucherías y otras bagatelas ante la ausencia de clientes que masivamente acudan a comprar el diario como otrora.
- El latinoamericano promedio entiende que lo que está en internet es gratis. En la región no hay una tradición fuerte de pagar suscripciones por contenidos mediáticos, la excepción está en los casos de contratar el servicio que provea TV por cable o pagar por el propio acceso a internet.
Cañizález cita al Instituto Reuters para el Periodismo: “se prevé como tendencia global una mayor virtualización de los medios de comunicación, tanto en la experiencia de cara al público como en sus dinámicas internas de trabajo con el creciente cierre de salas de redacción y periodistas trabajando desde casa o remotamente. Los medios en general deberán apostar por sus reinvenciones, y en el caso de varios países latinoamericanos, esto tendrá que ocurrir con un clima económico deprimido y en algunos casos con un poder político adverso”.