Cultura

Desde su creación en 1993, TNT ha promovido la igualdad en un contexto de sano esparcimiento y convivencia comunitaria.

TNT: «Dinamitando» viejas estructuras y traumas. Primera parte

Texto: Raquel Kanorroel*
Fotografías: cortesía de Asociación TNT

Septiembre 20, 2024

«El arte no es un espejo para reflejar la realidad,
sino un martillo para darle forma».
Bertolt Brecht, dramaturgo y poeta alemán

Tiempos Nuevos Teatro es una Asociación sin fines de lucro, fundada en 1993 en San José Las Flores, Chalatenango, con un enfoque característico: fomentar la participación y la organización comunitaria a través del teatro. De allí su nombre.

Lo anterior implicó abordar las problemáticas sociales de la comunidad desde un principio también a través de las artes escénicas. De hecho, el primer montaje realizado trató sobre el alcoholismo, fenómeno que resurgió con más fuerza después de la guerra.

Sin embargo, con el tiempo la Asociación incluyó otras ramas del arte en sus métodos, aunque el teatro sigue siendo la que cultiva preferentemente.

Por otra parte, cabe mencionar que TNT es también la sigla correspondiente al trinitrotolueno, una sustancia explosiva de gran potencia. De modo que, ya desde su nombre, podemos apreciar la intención de transformar la realidad que la Asociación posee: efectivamente, a lo largo de sus 31 años de existencia, el método y el quehacer de Tiempos Nuevos Teatro en Chalatenango ha venido «dinamitando» viejas estructuras mentales y culturales entre los pobladores de la zona, prerrequisito indispensable para que los vientos de cambio fluyan. 

En su currículum cuentan con diferentes giras y participaciones en encuentros culturales internacionales en España, Alemania, Uruguay, Colombia, Nicaragua, Honduras, Perú, Canadá, Polonia y Eslovenia, entre otros países. Y entre sus giras más recientes están las realizadas con las obras La gran travesía de la cipotada y el chucho, en Alemania, Polonia y Eslovenia, y El cachimbazo, también en Alemania, además de Nicaragua y Honduras.

Además, TNT  ganó el Premio Nacional de Cultura 2020, máximo galardón que entrega el Gobierno de El Salvador «a personas naturales o jurídicas que, con dedicación y originalidad, hayan desarrollado obras de notable y positiva trascendencia para el proceso cultural de El Salvador», según se menciona en la página del Ministerio de Cultura.

TNT nació con un enfoque característico: fomentar la participación y la organización comunitaria a través del teatro.

Lamentablemente, a nivel nacional la Asociación y su labor son prácticamente desconocidas. Sandra Díaz, directora ejecutiva de TNT, considera que esto es así porque «el tema del arte y la cultura es de poco interés para la población salvadoreña. Además, por los limitados recursos, no le damos mayor promoción y publicidad a nuestro trabajo». Actualmente divulgan su quehacer y sus logros solo a través de las redes sociales.

TNT también promueve los derechos, la autonomía y la organización de las mujeres, para que sean agentes de cambio en sus comunidades.

Es por esto mismo que la Asociación tiene proyectado darse a conocer más entre sus compatriotas: «Queremos llegar a un medio de comunicación con gran alcance que pueda difundir nuestro trabajo, o encontrar el apoyo de un influencer con decenas o centenas de miles de seguidores de El Salvador. Asimismo, buscamos crecimiento en nuestra página de Facebook», manifiesta la licenciada Díaz. 

Arte: empoderamiento de las nuevas generaciones

Sus primeros integrantes fueron jóvenes vinculados a la llamada Educación popular: «La educación popular en Chalatenango surge del desarrollo organizativo de las comunidades y se consolidó como sistema educativo durante los años de la guerra civil (…). Este sistema constituyó un aporte innovador a la educación rural en El Salvador (…)», afirma la catedrática e investigadora del Departamento de Educación de la UCA, María del Carmen Cruz, en La educación popular en las comunidades para el desarrollo de Chalatenango, (1992-2003), Parte II.

La promoción de las artes llevada a cabo por dichos jóvenes en sus comunidades permitió, con el tiempo, detectar las necesidades y los intereses de la población, llevándolos a implementar procesos artísticos y socioculturales específicos, principalmente con niños, niñas, adolescentes y jóvenes. 

Tales procesos permiten no sólo el desarrollo de habilidades artísticas o de su expresión creativa, sino también el aprendizaje de habilidades sociales, el fortalecimiento de su autoestima, el sentido de pertenencia comunitaria y la sensibilización sobre temas sociales. 

También, a través del arte, «niños, niñas, adolescentes y jóvenes pueden explorar sus identidades, desarrollar pensamiento crítico y reflexionar sobre su entorno, lo que les capacita para ser agentes de cambio en sus comunidades», afirma la directora. 

El primer montaje de Tiempos Nuevos Teatro trató sobre el alcoholismo, fenómeno que resurgió con más fuerza después de la guerra. 

A lo largo de la historia de TNT «muchos jóvenes participantes en los procesos artísticos y socioculturales implementados por la asociación han cosechado éxitos. Sin embargo, destacan los de las comunidades cercanas a San Antonio Los Ranchos, quienes han pasado de ser participantes a facilitadores de dichos procesos, además de mostrar liderazgo en sus comunidades, al involucrarse activamente en la toma de decisiones dentro de las mismas», refiere la directora Díaz.  

Arte: empoderamiento y sanación de las mujeres

Además de fomentar la creatividad en las nuevas generaciones y propiciar su empoderamiento, TNT también promueve los derechos, la autonomía y la organización de las mujeres, para que éstas sean igualmente agentes de cambio en sus comunidades. 

«Actualmente, Tiempos Nuevos Teatro desarrolla este tipo de procesos con mujeres y jóvenes de las localidades de Las Minas y La Ceiba, ambas en Chalatenango Sur: utiliza el arte como eje transversal en su proyecto de desarrollo integral, y cultiva paralelamente la pintura (incluyendo el muralismo) y el baile como vehículos para la expresión de las emociones», manifiesta Díaz.  Y, de igual forma, se fomenta entre ellas la cohesión grupal y la identidad comunitaria.

TNT brinda atención psicosocial, no sólo a las mujeres, sino a todas las personas que participan en los diferentes procesos artísticos y socioculturales.

En cuanto al arte como fuente de sanación para las mujeres, TNT implementó el Modelo de inserción social: mujeres en el camino de la privación de libertad a un proyecto de vida dirigido. Las beneficiarias de este modelo son mujeres que estuvieron o que están actualmente privadas de libertad y que fueron además víctimas de violencia obstétrica.

La definición de «violencia obstétrica» es —según la Organización Mundial de la Salud, OMS— «maltrato durante el parto», el cual puede manifestarse en las siguientes formas: maltrato físico, humillación y abuso verbal, procedimientos autoritarios para imponer un método anticonceptivo o para realizar una cesárea y violación de la confidencialidad.

«El modelo brindó acompañamiento a las mujeres en la restitución de sus derechos y en su inserción social y laboral mediante un proceso de atención psicosocial, un taller de teatro y un taller de música», explica Díaz.

En el proceso de atención psicosocial, continúa, «se busca alcanzar un equilibrio entre mente y cuerpo, enfatizando el autocuidado a través de una metodología participativa, vivencial y experimental. El Taller de Teatro está orientado al desarrollo de habilidades sociales y a la gestión y/o el desahogo de las emociones, y en él se proporcionan varias herramientas que contribuyen a la salud emocional». 

Por último, «en el Taller de Música se utilizan instrumentos de cuerda (violín, viola y violoncelo) y se incluye la participación de los hijos e hijas de las mujeres participantes, con el propósito de enriquecer la experiencia», apunta Díaz.

Cabe destacar que, a raíz de dicho Modelo de Inserción Social, se fundó la Asociación Mujeres Libres de El Salvador en 2022.

También es necesario recalcar que TNT brinda atención psicosocial, no sólo a las mujeres, sino a todas las personas que participan en los diferentes procesos artísticos y socioculturales, «porque la Asociación cree firmemente que tal atención es fundamental, ya que permite el bienestar integral de los(as) participantes», enfatiza la directora. 

En efecto: al considerar sus realidades sociales y psicológicas, se promueve un entorno seguro y de confianza, se fortalece la autoestima y la resiliencia de tales participantes y se potencia su capacidad de expresión artística. Y todo lo anterior se traduce en aquello que la Asociación se ha propuesto: en que estas personas colaboran activamente después en la transformación de sus comunidades. 

En una palabra, los procesos artísticos y socioculturales de TNT efectivamente llevan al empoderamiento individual y colectivo.

TNT ha venido «dinamitando» viejas estructuras mentales y culturales, prerrequisito indispensable para que los vientos de cambio fluyan.

Para TNT es fundamental descentralizar el arte y la cultura y acercarlos a las comunidades más vulnerables de las zonas rurales.

El «martillo que modela la realidad» en acción

El lema de la Asociación es «Haciendo cotidiano el arte», porque sólo de esa forma pueden el arte y la cultura ser medios de transformación social.

Por eso para TNT es fundamental descentralizar el arte y la cultura y acercarlos a las comunidades más vulnerables de las zonas rurales, poblaciones a las que se les dificulta acceder a estos espacios —a los que tienen pleno derecho— por sus propios medios.

Así, desde la Residencia Artística del Centro Cultural Jon Cortina en San Antonio Los Ranchos, sede actual de la Asociación, Tiempos Nuevos de Teatro ejecuta procesos de intercambio con artistas internacionales, lo cual permite a los jóvenes de la zona, artistas emergentes y gestores culturales explorar nuevas metodologías, profundizar en sus investigaciones y desarrollar sus habilidades artísticas, principalmente teatrales.

Su estrategia para hacer cotidiano el arte incluye la realización periódica de actividades culturales, festivales artísticos y ferias gastronómicas en el ya mencionado centro, lo que permite a la comunidad de San Antonio Los Ranchos encontrarse y convivir en un entorno de sano esparcimiento. 

Por ejemplo, cada noviembre se llevan a cabo conjuntamente el Festival Artístico Chalateco y el Festival del Maíz, «el evento más grande realizado por la Asociación y que se constituye en la mayor cita anual de las artes escénicas en el departamento. Durante los mencionados festivales se realizan más intercambios con artistas internacionales, además de nacionales y locales, y se promueven la gastronomía y la artesanía autóctonas», informa la licenciada Díaz.

Este 2024 se llevará a cabo la 28ª edición del Festival Artístico Chalateco (celebrado de manera ininterrumpida hasta la fecha) y la 18ª del Festival del Maíz. A lo largo de estos años, el evento se ha convertido en un espacio de encuentro comunitario, reflexión y convivencia, y también ha contribuido al desarrollo económico y cultural de la región.

Pero eso no es todo: los espectáculos teatrales son la especialidad de la Asociación Tiempos Nuevos Teatro. Están producidos y diseñados para todo público, y abordan diversas temáticas sociales con enfoque educativo, sin descuidar el factor entretenimiento. A través de aplicar la imaginación, el análisis y el pensamiento crítico, se han producido más de 50 de estos espectáculos. 

«Hasta la fecha, TNT ha realizado más de 1,000 funciones en diferentes espacios y ante diversos públicos». Sandra Díaz

«La mayoría de ellos son creación colectiva e inspirados en la realidad cotidiana, aunque también se han montado obras de reconocidos dramaturgos nacionales e internacionales. Hasta la fecha, TNT ha realizado más de 1,000 funciones en diferentes espacios y ante diversos públicos», relata la directora, satisfecha.

El sostén material de un trascendente quehacer

Como mencionara la licenciada Díaz al inicio, la limitación de recursos económicos es una de las causas de que Tiempos Nuevos Teatro no sea ampliamente conocido entre los salvadoreños hasta el momento. 

En cuanto a la sede de TNT en Chalatenango, Sandra Díaz manifiesta que «La Asociación de Desarrollo Comunal de San Antonio Los Ranchos y la Corporación de Señoritas Oblatas del Corazón de Jesús son quienes nos han dado en comodato las instalaciones del Centro Cultural Jon Cortina, hasta 2030. Esperamos que tal comodato sea extendido más años».

Y es que la sostenibilidad de TNT depende de las gestiones que se hagan y de los proyectos que se ganen: no hay nada seguro. Por ejemplo, en este momento no se cuenta con fuentes de financiamiento para el 2025, aunque «estamos participando en varias convocatorias y esperamos contar con el apoyo de algunas agencias de cooperación», expresa Díaz.

Este año han logrado salir adelante porque «tenemos apoyo de proyectos ganados en el Fondo Centroamericano de Mujeres, el IM Swedish Development Partner, IBERESCENA e IBERCULTURA VIVA. También, somos la entidad administradora del Centro de Bienestar Infantil (CBI) de San Antonio Los Ranchos, al cual subvenciona el Instituto Crecer Juntos: todos estos fondos son especialmente para el CBI, y TNT es el canal de ejecución que administra los fondos de forma voluntaria», agrega. 

La promoción de las artes realizada por los fundadores de TNT permitió detectar las necesidades y los intereses de la población e implementar procesos artísticos y socioculturales que reflejaran estas temáticas.
Descentralizar frente a centralizar (o la libertad frente a la opresión de las mayorías)

Sandra Díaz considera que en la ciudad capital sí hay apoyo para la promoción y la creación de espacios artísticos y culturales, pero no en las comunidades rurales como en las que la asociación trabaja. Y, según vimos más arriba, para TNT es fundamental descentralizar el arte y la cultura y volverlos accesibles a las zonas rurales. 

En cuanto al cierre de las Casas de la Cultura, la Directora de TNT lo llamó «un retroceso», y señaló que «no hay ningún plan o estrategia para apoyar ni hacer alianzas con las organizaciones o comunidades que ya aportan al arte y la cultura». 

«Nuestra lectura es que la centralización beneficia a la minoría y perjudica a las mayorías. Es fácil darse cuenta de esto, con el abandono de los distritos y los departamentos con poca población, como Chalatenango. No existe aquí una obra emblemática hasta la fecha, como lo sería la Universidad Nacional en Chalatenango», acota Díaz.

Para construir una nueva ciudad hay que demoler, primero, por lo menos una buena proporción de la antigua.

De modo que centralizar el arte y la cultura atenta contra la dignidad de las comunidades rurales, ya que les niega los recursos para el ejercicio de sus derechos culturales y su derecho a la participación y al desarrollo integral.

La directora de la Asociación Tiempos Nuevos Teatro también instó al Ministerio de Cultura a «lanzar convocatorias, tanto para artistas individuales como para los colectivos, las compañías y las asociaciones que llevan a cabo un quehacer artístico cultural. Y, si ya hacen tales convocatorias, deben entonces promocionarlas en sus redes sociales». 

«También se debe obligar a las alcaldías a que tengan un porcentaje destinado al arte y la cultura y, sobre todo, a que los difundan y promocionen», reclamó. 

Por último, Sandra Díaz indicó que el presupuesto para el rubro este 2024 es superior al de 2023, por lo cual las autoridades pertinentes «deben ejecutar los $34,013,461 sin que les sobre un centavo, pues necesidades hay en todo el sector artístico y cultural».

Vino nuevo en odres nuevos

Como mencionamos líneas arriba, TNT es la sigla correspondiente a un explosivo de gran potencia. Y el arte y la cultura, cuando son realmente respetados en una sociedad y practicados con libertad y a conciencia, se constituyen precisamente en eso: en un poder explosivo, destructor de viejos paradigmas y creador de nuevos universos. 

Porque para construir una nueva ciudad hay que demoler, primero, por lo menos una buena proporción de la antigua; es decir, lo que ésta tenía ya de obsoleto, dañino o inútil.

Y es por esto mismo que los poderes fácticos (mantenedores precisamente de lo obsoleto, dañino e inútil para las mayorías) siempre han intentado controlar —o controlado de hecho— el quehacer del gremio por diversas vías, para así cerciorarse de que no vaya más allá de cierto punto «tolerable» con su labor transformadora y liberadora (o catártica) hacia la población. 

Porque controlar la expresión es siempre un intento de controlar el pensamiento. Por eso es que los esfuerzos centralizadores del arte y la cultura son de facto atentatorios contra el derecho de las personas a desarrollarse y acrecentar su cultura y educación, convirtiéndose en seres críticos y protagonistas de cambios y evoluciones, al margen de la centralización, ya que esta implica «supervisar», y de aquí a «dictar» o «controlar» hay sólo un paso.

Esperamos, entonces, que los esfuerzos de asociaciones como TNT para elaborar odres nuevos en las comunidades sigan adelante, a fin de que el vino agrio de los odres viejos se deseche de una vez por todas y bebamos todos abundantemente del vino nuevo de los nuevos tiempos. 

La estrategia de TNT para hacer cotidiano el arte incluye la realización periódica de actividades culturales, festivales artísticos y ferias gastronómicas en el Centro Cultural Jon Cortina.

* Escritora, periodista, pintora y dibujante. Autora del libro Raíces sumergidas, alas desplegadas (2014). Mención honorífica en el III Concurso Internacional de Microrrelatos Jorge Juan y Santacilia, con sede en Novelda, España (2016).

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