Entrevista

Foto: Leonardo Guevara

Milton Barahona:
«El libro no escrito es el que yo propongo»

Texto: Luis Galdámez*
Fotos: Milton Barahona

Noviembre 29, 2024

Conocemos a Milton Barahona como un fotógrafo y artista visual independiente que utiliza la fotografía como una forma de crear contenidos y mensajes. Espacio Revista publicó, el 18 de octubre, una galería con 15 de sus fotografías de desnudos (puede ver la nota en https://n9.cl/1umdu). 

En septiembre, Barahona participó, junto a los artistas visuales Juan José Figueroa, Ricardo Quiteño, Milton Barahona y Teyo Orellana en el conversatorio Piel, que versó sobre el tema de desnudos fotográficos y que se llevó a cabo en el Centro Cultural Cabezas de Jaguar, 

Barahona tiene más de una década de venir trabajando diferentes propuestas con su cámara pero, en esta ocasión, nos habla de sus trabajos con desnudos, de su interpretación de los mismos y de cómo calzan o no en la dinámica de nuestras sociedades.

Milton comenta que considera sus fotografías bellas y a la vez horribles. Se trata de una decisión estética, cultural e ideológica que ha hecho. «Con el tiempo, decidí que el desnudo no solo es piel, que dentro de una fotografía de desnudo a la que se le puede llamar “artística”, van elementos sociales, ideológicos, políticos, culturales…».

Explica que su primera serie de desnudos la hizo en 2011 y la llamó «Rompiendo nuestros miedos», en la cual recoge aspectos psicológicos, sociales e incluso religiosos, que considera que nos pueden inhibir, como, al mismo tiempo, liberar en algunos aspectos. 

Hay también un tema netamente social, que es «Almas suspendidas». En él hablo de la violencia de género.

Antes de hacer una composición fotográfica vos te planteas la técnica, los modelos, el espacio para lograr lo que has concebido.

Sí, de hecho, es como en la colección «El libro no escrito», que es la última producción que he hecho. ¿Por qué «El libro no escrito»? El libro escrito es la Biblia, el no escrito es el que yo propongo. Al principio me había imaginado hacer un desnudo masivo, quería tener unas cien personas en los desnudos. Logré que se apuntaran 45, 50. Y a la hora de las horas llegaron solo 16.

Entonces, mis ideas de las fotografías eran otras, pero si ya estoy en el hecho, tengo que improvisar, tengo que crear con lo que tengo. Tenía mis ideas base. Entonces, en mi propuesta, el Cristo, ¿quién era? Era Cristal, una mujer. ¿Y por qué una mujer? Porque la mujer en la sociedad es la más sacrificada. Siempre nos dicen que el patriarcado, que viene un Dios hombre y un hijo hombre… Y entonces digo yo: ¿Por qué no, en vez de Cristo, una mujer que da vida —que es lo único que da vida—?

Santo sepulcro

¿Y cuánto es el sacrificio que ella lleva encima? Nueve meses. Nueve meses en que se priva de muchas cosas. Este es el primer sacrificio, como Cristo, dice la Biblia, se sacrificó para dar vida al hombre. 

Por allí me he ido. Es como el dogma del ciego, la parábola del ciego: ese es otro tema, allí ves a la mujer que es la única que puede ver dentro de un grupo de hombres y de mujeres. Eso no quiere decir que no pudo haber sido un hombre, pero en este caso yo quise una mujer. Otra de las más simbólicas que tengo es La piedad.

El ciego

La piedad

Algunos temas los has tomado de obras conocidas.

Esos dos. Pero también hay un tema netamente social, que es «Almas suspendidas». En él hablo de la violencia de género. Allí hay imágenes donde el tipo la tiene a la mujer del cuello, ¿y la gente? Caminando afuera, ¿por qué? Porque la gente no percibe lo que pasa. Hay parejas que viven con los padres o las madres y todos se hacen los soviéticos o no llegan a percibir esa violencia que hay.

Almas suspendidas

En teoría, en muchos escritos se habla de desnudo artístico, hombre o mujer, como un tema controversial. Aunque los grandes pintores y fotógrafos han mostrado cientos de obras, en otras sociedades, en otros lugares, en la nuestra sigue siendo un tabú.

En eso no estoy tan de acuerdo, porque nosotros vemos cantidad de mujeres desnudas en las redes sociales… Es decir, hoy no podés decir: «Huy, me persigno porque hay una foto de desnudo o una pintura de desnudo», ¿por qué? Porque se nos muestra el desnudo de una forma comercial.

La línea es delgada entre la fotografía artística de desnudo y una fotografía pornográfica. El erotismo también puede ser artístico, si es bien cuidado. Porque puede haber allí un choque, una vulgaridad de un desnudo sin pensamiento, sin concepción, sin una estética, sin un cuido de la luz. 

Porque, en mi caso, ¿a quién le gustan mis desnudos? La mayoría son mujeres. Yo hasta este día, nunca he pagado modelos para posar porque me dicen: «Te poso a vos, pero no a otro compañero. A otro le puedo cobrar “tanto”, porque yo sé que vas a cuidar mi imagen». Porque está el tratamiento de la desnudez en la publicidad, que es meramente mercantilista.

Otra de las cosas que a mí me resulta es que los cuerpos de los desnudos son cuerpos de personas comunes y corrientes, o sea, mostrar a la mujer rellenita, gordita, bajita, alta; un hombre corpulento o uno delgado, es decir, no llevo los estereotipos de que tiene que ser un equis cuerpo. Tienen que ser cuerpos que hay, que existen en la sociedad.

Las formas de comunicar o de expresarse son amplias, y uno tiene que ver en qué línea lo va a hacer.

Y en ese proceso creativo, ya colgada tu obra, ¿qué reacciones has visto en cuanto a la publicación o a la exposición de tu trabajo? Alguna anécdota.

Hay una anécdota: estaban haciendo un reportaje de Cuatro Visión, llego yo a la Pinacoteca de la UES y estaba una señorita que me dice: «Mire, ¿usted es el fotógrafo? ¿Sabe que he venido a verla cuatro veces y sigo sacando conclusiones?». Y de eso se trata.

Hay un problema hoy en los museos y vamos a hablarlo así. ¿Por qué el desnudo no lo permite el Marte en Sumarte? Yo he llevado obras mías limpias, bonitas entre comillas. Y no. Y te lo dicen: «No queremos desnudos». Es un convenio económico y también cultural.

¿Aceptan ellos un desnudo que sea un dibujo o una pintura? Según tu experiencia.

No, porque no quieren comercializar el arte sino una visión artística, un arte moderno que está en línea con todos los mercados. En ciertas líneas de museos sí los pasan, en México, en Estados Unidos, en Europa. Entonces, ¿contrarrestar o aportar más al fortalecimiento del sistema ideológico que está en este momento? Yo creo que la única fotografía de desnudo que tiene la colección es la de Teyo, con el tema de las gorditas, pero fue… ¿hace cuanto?

¿Qué te llevó a este tema del desnudo y desde hace cuánto tiempo lo venís desarrollando? ¿Por qué no fotoperiodismo, por qué no fotografía publicitaria, por qué no paisaje, por qué no fotos submarinas, por qué no deportiva, por qué no foto aérea, por qué no foto de retrato, por qué no foto social?

Bueno, yo estudié periodismo, hice un par allí. Luego, hago fotografía publicitaria, gracias a Luis Sifones, que era mi maestro. Luego, me gusta también educar dentro de la fotografía, porque pienso que aquí se carece de eso, y tuve la oportunidad de irme a Cuba, estuve seis meses.

Y bueno, allá me hacen ver que hay… Las formas de comunicar o de expresarse son amplias, y uno tiene que ver en qué línea lo va a hacer. No solo me desarrollo en desnudo, busco nuevas propuestas estéticas, como esta última colección de trabajar medios cuerpos con tela o tela completo, pero que se mire una expresión corporal. Quizás porque hice mucha fotografía de espectáculos de danza y todo eso.

Yo creo que lo que me llevó a esto es que es una alternativa diferente, como yo lo he manejado, de hacer temas sociales, psicológicos. Yo no necesito ir a cubrir una fotografía documental de mujeres violentadas para mostrar la violencia de género. Yo no necesito ir a cubrir contaminación ambiental para crear este personaje de «El engendro», que es de los desnudos que hablan con respecto a la contaminación ambiental. Entonces yo digo: «Por aquí me voy, por el área más artística», y expresando aspectos ideológicos, sociales, culturales.

Rompiedo uestros Miedos 3
egedro 3
egedro 5

El engendro

Y sobre el encuentro que hubo sobre este tema de la fotografía de desnudos, ¿cómo lo podrías resumir? ¿Cómo verías las otras propuestas?

Yo creo que fue muy aceptable. La cuestión es que no llegamos a un público muy general, sino que fue un público muy exquisito, o sea, de artistas plásticos, escritores, directores de cine, mis alumnos, fotoperiodistas, modelos…. Yo creo que era más mara artista. 

Pero hubo ese planteamiento que ya no fue solo de nosotros los cuatro que estábamos participando en el conversatorio sino que fue enriquecido por los demás. A mí me hubiera gustado escuchar a mi modelo, a la mujer, porque el varón sí se destapa más, pero escuchar a una mujer modelo de desnudo, no se escucha siempre.

Entramos en comunión como profesionales, respetuosamente. Hay puntos de vista técnicos y visuales que no los tenemos…

Habría que ver otras propuestas.

Alguien de los fotoperiodistas hablaba allí: «¿Por qué no hacemos un festival de fotografía análoga?». Porque la fotografía está retrocediendo. La gente que cree y que pretende ser fotógrafo adquiere todo lo último en equipo. Hace poco vi una cámara que en su estructura era como una análoga, incluso vos no ves la fotografía que estás viendo y que estás haciendo hasta que la llevás a la computadora. 

Esos son retos, es realmente una exigencia, ¿por qué? Yo creo que caigo muy mal al hablar de la IA y de otras cosas. Los mismos autores que hicieron la IA dicen que es para que todo el mundo sea artista. Mentira. No todo el mundo puede ser artista. Entonces, las cámaras digitales cada vez van más allá, solo hace falta que te digan: «Ahorita puede tomar la foto». Entonces, la exigencia es que uno vuelva a decir: «Yo tengo que manejar este ángulo, tengo que controlar esta luz, tengo que medir aquí, allá…», ya todo eso no lo hacen. ¿Por qué? Porque todo lo hacen las computadoras.

Es bien controversial ese tema. En lo que viene de la historia siempre han habido tecnologías y nos adaptamos. Es una cuestión de aprendizaje con las viejas y las nuevas herramientas, que algunas te resumen ciertos aspectos.

Pero la mejor herramienta es desarrollar tu creatividad. Hay un alumno que me dice: «Mire profe, como yo quiero hablar con respecto al juego, yo pongo ahí y le digo: «Quiero una fotografía de juego y me salen las propuestas». «No, no», le digo, «eso ya no es tu creatividad».

En la parte didáctica, aparte de tu propuesta visual fotográfica, tu trabajo en estos últimos años ha sido sobre la enseñanza, ¿cómo ha sido eso?

Es una gran responsabilidad, da algo de miedo (…). Nos dicen que el trabajo fotográfico es nuestra presentación, pero tenemos que dejar un legado, un legado más allá que nuestro trabajo, y ese es la enseñanza.

Eso me gusta, y también es por la carencia que hay aquí de formadores. He dado clases en la Universidad de El Salvador, en la Escuela de Arte, en fotografía. Siento que es el área que más me encantó, porque enseñarle fotografía a los de prensa es algo más cuadradito, mientras que ahí en la Don Bosco, por hora clase comencé, con talleres y ahora tengo el diplomado.

* Fotoperiodista

Apoya Espacio Revista con tu contribución solidaria mensual

Apoya nuestras publicaciones y las voces de la sociedad civil. Con tu contribución, podremos mantener Espacio Revista gratuita y accesible para todos.

©Derechos Reservados 2022-23 ESPACIO COMUNICACIONES, LLC