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Daniela Rodríguez
8M: Beatriz quería vivir y ser libre
Marzo 24, 2023
Todas las mujeres en El Salvador hemos sufrido algún tipo de violencia, unas lastimosamente han perdido sus vidas en este camino difícil de transitar.
 
Aflige que las autoridades del Estado que son las encargadas de velar por el cumplimiento de nuestros derechos y por erradicar todo tipo de violencia sistemática sean las primeras en violentarnos y recriminarnos.
 
Este es el caso de Beatriz, quien experimentó un fuerte deterioro en su salud tras vivir un calvario debido a la negación del Estado salvadoreño a ejercer sus derechos sexuales y reproductivos. En el año 2017 tras sufrir un accidente de tránsito y con una salud frágil falleció después de recibir el alta  tras presentar problemas respiratorios y dos paros cardíacos.  Era una mujer joven, que vivía en extrema pobreza en el Cantón La Noria, Tierra Blanca, municipio de Jiquilisco, El Salvador y que adolecía de lupus. En febrero de 2013 se le diagnosticó un embarazo de once semanas, el cual se le informó que era de alto riesgo, ya que tenía malformación congénita, condición incompatible con la vida extrauterina. Se le indicó que si el embarazo avanzaba existía la probabilidad de que ella muriera.
 
Ante la prohibición de aborto terapéutico en la legislación de El Salvador, la defensa de su caso presentó una demanda solicitando la interrupción del embarazo con el fin de salvarla de la muerte, misma que fue rechazada, poniéndola en riesgo. Beatriz rogó por su vida y el estado la dejó morir al deteriorar su salud tras un proceso legal innecesario.
 
Un suceso que sin duda nos ha marcado a todas las mujeres y que nos impulsa a seguir luchando día con día para cambiar esta realidad.
 
“Quería vivir y ser libre”. Beatriz es una mártir, una mujer, que con pocos recursos económicos y sociales se armó de valor para enfrentar al Sistema en condiciones poco favorables, porque quería vivir y ser libre. También es un claro ejemplo y espejo de la realidad de El Salvador, donde contamos con una de las leyes más inhumanas en el mundo en temas de derechos sexuales y reproductivos, avalada por un sistema legal que prohíbe la interrupción del embarazo bajo todas circunstancias.
 
Un Estado castigador, donde se recrimina a las mujeres en lugar de asegurarles acceso al derecho a la salud, a resguardar sus vidas por medio de procedimientos que ya se implementan en otros países y que, según el derecho internacional, también son derechos humanos.
 
Beatriz ya no está, pero estamos muchas para ser su voz, buscar justicia y exigir condena al Estado de El Salvador. Esperamos que a raíz de esto haya un cambio estructural en la legislación salvadoreña que prohíbe y castiga de manera absoluta el aborto, al mismo tiempo que pedimos por medidas de no repetición.
 
Fue así como el pasado 8 de marzo del presente año, en el marco del día nacional e internacional de la mujer, miles de mujeres salvadoreñas se tomaron las calles de San Salvador para marchar y exigir fin a las desigualdades de género y violencia patriarcal frente a un régimen de excepción. Beatriz estuvo presente en la marcha, en la voz de las asistentes que clamaban justicia para ella y otras mujeres condenadas por circunstancias similares.
 
Diversas organizaciones, colectivas feministas, familiares de víctimas de desaparecidas y detenidas, y ciudadanas no organizadas, se unieron para gritar a voces, consignas y exigencias al Estado.

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