Opinión
Ilustración: Dalia Chévez
Dalia Chévez*
Enero 13, 2023
El presidente Nayib Bukele revisó con sus nuevos ojos nuestra historia:
La guerra civil y la firma de los Acuerdos de Paz fueron dos farsas.
Esas farsas ocultaron un negocio.
Ese negocio fue administrado por dos partidos políticos asesinos.
Conmemorar el negocio es igual a glorificar a los políticos asesinos.
Las víctimas del negocio no deben caer en la trampa de conmemorar a sus asesinos.
Los jóvenes tampoco deben conmemorar a los asesinos.
Las víctimas tienen un día. Un día para que el presidente les hable.
No hay archivos que demuestren lo contrario: los militares siempre han sido héroes.
Los policías también son héroes.
Como país nos encaminamos a disfrutar de una “cultura de paz real”.
El régimen de excepción nos ha adelantado un poco de esa paz.
El Primer Mundo y la Gran Historia nos esperan.
Todos nos envidian.
¡Ya casi superamos a Canadá!
En el 2020, desde El Mozote —donde en 1981 los soldados del Batallón Atlácatl ejecutaron una de las masacres más espeluznantes de América Latina—, Nayib Bukele expresó: «La guerra fue una farsa (…) como los Acuerdos de Paz» (Bukele, 2020). Esta declaración es de especial importancia: con ella se coronó la narrativa justificadora de la anulación estatal de la conmemoración de la firma de los Acuerdos de Paz de 1992.
En enero de 2021 Carlos Marroquín “Sliptone” —director de la unidad de Reconstrucción del Tejido Social— manifestó que la juventud «no puede» conmemorar la firma, porque los Acuerdos de Paz «solo sirvieron para aumentar la corrupción y para que los políticos hicieran del país su finca» (Telenoticias21, 2021). ¿No es incongruente que Marroquín llame a generar una «cultura de paz real» (Secretaría de Prensa de la Presidencia, 2021) y que, a su vez, pida que las nuevas generaciones rechacen el hecho histórico fundante y posibilitador de paz en El Salvador: la firma de los Acuerdos de Paz?
Las palabras de Marroquín revelan que Bukele y sus funcionarios han sido incapaces de dimensionar la “cultura de paz” como «un proceso nacional que se basa en la historia, la cultura y las tradiciones del país y que ha de reflejarse todos los días en medidas concretas» (Tünnermann, 1996, p. 21). O que desconocen que el negacionismo histórico es incompatible en la construcción de una “cultura de paz”, porque para construir paz «la redefinición de un pueblo debe partir de las raíces de la historia nacional» (Tünnermann, 1996, p. 47).
Debe decirse: en boca de los funcionarios bukelianos, la frase “cultura de paz” se reduce a ser un adorno útil para embellecer e internacionalizar su letanía burocrática.
El 16 de enero de 2022 Ernesto Castro, presidente de la Asamblea Legislativa, sostuvo en un hilo de tweets que la anulación de la conmemoración de la firma de los Acuerdos de Paz reflejaba un “cambio de perspectiva” y no un negacionismo histórico: «ahora el protagonismo, el respeto, la reivindicación y el honor serán para las víctimas del conflicto (…) Las víctimas que dejaron @ARENAOFICIAL, @FMLNoficial y otros poderes fácticos» (Castro, 2022a). El siguiente tweet registraba una consumación burocrática: «Está hecho. Que Dios Bendiga a El Salvador» (Castro 2022b). Sus palabras se acompañaban de un afiche dizque artístico —que representaba a las víctimas con semblantes apesadumbrados, llorando o cargando las fotografías de sus familiares asesinados o desaparecidos por el conflicto armado— con el que se anunciaba el novísimo “Día Nacional de las Víctimas del Conflicto Armado”.
Siempre en 2022, Bukele twitteo que conmemorar la firma de los Acuerdos de Paz era igual a glorificar a los asesinos (Bukele, 2021a) y, recurriendo al uso de un lenguaje explícito, listó a los «asesinados, lisiados, desmembrados, violados y expulsados» (Bukele, 2021b) como los aprobadores ausentes del inesperado y brusco giro estatal a favor de las víctimas.
Cuestionemos: ¿Este giro responde a las víctimas y defensores de la causa de El Mozote que denunciaron el engaño mediático de los cinco folios entregados en septiembre de 2020? (Moreno y Flores, 2020). ¿O a aquellos quienes —ante la ley de retiro obligatorio de los jueces de 2021— con contundencia declararon: «Este día queda grabado en nuestra memoria que el presidente de la república es un presidente más de la impunidad, del engaño y doble discurso» (APDHEM, 2021)? ¿O responde a las víctimas y defensores que recientemente lanzaron la campaña “Rosas contra la Impunidad” para solicitar que el Estado retome los procesos pendientes de búsqueda de la verdad, justicia y reparación? (Bernal, 2022).
Si no son las víctimas ya mencionadas, ¿a qué tipo de víctimas apunta la narrativa estatal?
Campaña “Rosas Contra la Impunidad”, creada por los comités de víctimas y organizaciones de derechos humanos que trabajan por la causa la justicia y la memoria histórica salvadoreña. Imagen tomada de la cuenta de Twitter @RamonAritaR
El discurso oficialista revela una preferencia hacia una víctima impotente, sufriente y desprotegida: una figura potable mientras dependa de la validación estatal para existir y ser merecedora de un aparecimiento comercializable, pomposo y fugaz.
Para no dejarnos engañar, debemos tener en cuenta que el “efectismo marketero” de este gobierno, con respecto a la historia y la memoria histórica, opera a dos caras: una, se encarga de engrandecer el mandato de Bukele con el fin de alimentar el mito populista del líder visionario y salvador; y, la otra, de liberar al Estado y la FAES —los nuevos “héroes” (Bukele, 2020b)— de responsabilidades, usando el negacionismo histórico y la instrumentalización de la victimidad.
Sostengo que la instrumentalización de la victimidad se puede estudiar a partir de distintas acciones y narrativas del gobierno bukeliano. Un ejemplo es cuando, de manera oficial, se diseña y se coloca un mural en El Mozote en el que se lee que unas entidades, amorfas y desconocidas, llamadas las “fuerzas salvadoreñas” (Espinoza, 2022) fueron las ejecutoras de la masacre. ¿A quién podemos acudir para que se nos explique con certeza quiénes o qué son las “fuerzas salvadoreñas”? No es un movimiento inocente, no es un descuido. Existe una intencionalidad: este gobierno busca encubrir al victimario. Los victimarios difusos son imposibles de identificar. Las víctimas de un victimario difuso se alejan, peligrosamente, de la realidad.
Por otra parte, el efectismo mediático del reconocimiento de los logros del gobierno y el bienestar de las víctimas, puede ser analizado desde cómo se publicitó la reunión que sostuvo Bukele con los productores y actores de la película “Luciérnagas en el Mozote”. Primero, todos los invitados a Casa Presidencial declararon que el “clima de seguridad” (Barahona, 2022a) hizo posible concretar la grabación situada que dota de autenticidad a la película. En segundo lugar, fue necesario resaltar que la política de Bukele es valiosa por abrir la posibilidad de crear una línea cinematográfica hollywoodense (Barahona, 2022b) que explote hechos históricos salvadoreños. Bob Yari, en su calidad de productor, añadió que el actual “ambiente político” hizo posible “producir una película como esta, que sería políticamente difícil” (Casa Presidencial, 2022) bajo otros gobiernos o en tiempos pasados. Piénsese, además, en la planeación y el protocolo. Esta reunión rindió ganancias para Bukele… a pesar de que la película no es nacional —poca cosa no es que el Ministerio de Turismo, el Ministerio de Cultura, la Policía Nacional Civil y hasta la Fuerza Armada se prestaran para culminar su producción (Marroquín, 2022)—.
No cabe duda: Bukele y sus funcionarios invertirán millones para empequeñecer la historia y la memoria histórica resistente. Porque para este gobierno las víctimas, la historia y la memoria son bonitas cuando son útiles, vulnerables, anacrónicas, dóciles y serviles.
* Artista y licenciada en Filosofía
Referencias:
APDHEM. [@APDMEN]. (7 de septiembre de 2021). #ElSalvador | #comunicado sobre la situación de la causa judicial de la masacre del #Mozote y sitios aledaños, nuestra lucha por la verdad [Imagen adjunta]. [Tweet]. https://twitter.com/APDHEM/status/1435233831162990594
Arita, R. [@RamonAritaR]. (28 de diciembre de 2022). #RosasContraLaImpunidad Soy Julia Noemí Vásquez fui capturada y torturada por elementos de la antigua Policía Nacional, un 24 de diciembre de 1982 -hace [Video adjunto]. [Tweet]. https://twitter.com/RamonAritaR/status/1607995901670203392
Barahona, I. (22 de noviembre de 2022a). Actriz Paz Vega, y elenco de «Luciérnagas en El Mozote», destacan seguridad para rodar la película en El Salvador. Diario El Salvador.
https://diarioelsalvador.com/actriz-paz-vega-y-elenco-de-luciernagas-en-el-mozote-destacan-seguridad-para-rodar-la-pelicula-en-el-salvador/298936/
Marroquín, K. (8 de noviembre de 2022). Estas son las primeras imágenes de la película «Luciérnagas en El Mozote». Diario El Salvador. https://diarioelsalvador.com/estas-son-las-primeras-imagenes-del-rodaje-de-la-pelicula-luciernagas-en-el-mozote-en-el-salvador/293680/
Barahona, I. (6 de junio de 2022b). Destacada productora de Hollywood realizará tres películas en El Salvador. Diario El Salvador. https://diarioelsalvador.com/destacada-productora-de-hollywood-realizara-tres-peliculas-en-el-salvador/235151/
Bernal, D. (15 de noviembre de 2022). Lanzan nueva campaña contra la impunidad en crímenes de guerra. La Prensa Gráfica. https://www.laprensagrafica.com/elsalvador/Lanzan-nueva-campana-contra-la–impunidad-en-crimenes-de-guerra-20221114-0084.html
Bukele, N. [@nayibbukele]. (18 de diciembre de 2020a). Ayer en El Mozote, hablamos sobre la guerra y la supuesta paz… [Video adjunto]. [Tweet]. https://twitter.com/nayibbukele/status/1340127468162789376?lang=fi
Bukele, N. [@nayibbukele]. (19 de febrero de 2020b). Hoy ingresamos 1,400 nuevos soldados a nuestra Fuerza Armada. Todos ellos, a su vez, vendrán a engrosar las filas del #PlanControlTerritorial [Video adjunto]. [Tweet]. https://twitter.com/nayibbukele/status/1230136588254007303
Bukele, N. [@nayibbukele].
(16 de enero de 2021). Nuestro país debe dejar de celebrar la firma de un pacto de corruptos y empezar a conmemorar a las víctimas [Tweet]. https://twitter.com/nayibbukele/status/1350551405594030083
Bukele, N. [@nayibbukele]. (16 de enero de 2021). [Tweet]. https://twitter.com/nayibbukele/status/1350547481319399426?lang=es
Casa Presidencial. [PresidenciaSV]. (22 de noviembre de 2022). Ayer el presidente Nayib Bukele se reunió con el elenco de Luciérnagas en El Mozote, una película producida en El Salvador [Video adjunto]. [Tweet]. https://twitter.com/PresidenciaSV/status/1595197853294800896?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1595230598775177216%7Ctwgr%5E8abe92c7c76f32708bbd81edb2ca9a88f8ddf0ee%7Ctwcon%5Es3_&ref_url=https%3A%2F%2Fdiarioelsalvador.com%2Factriz-paz-vega-y-elenco-de-luciernagas-en-el-mozote-destacan-seguridad-para-rodar-la-pelicula-en-el-salvador%2F298936%2F
Castro, E. (11 de enero de 2022a). No estamos negando la historia. Estamos cambiando la perspectiva histórica: ahora el protagonismo, el respeto, la reivindicación y el honor serán para las [Tweet]. https://twitter.com/ECastroES/status/1481051210769702914
Castro, E. (11 de enero de 2022b). Está hecho. Que Dios bendiga a El Salvador. [Imagen adjunta]. [Tweet]. https://twitter.com/ECastroES/status/1481076237724495878
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Moreno, K. y Flores, E. (5 de noviembre de 2020). El peregrinaje del juez y las víctimas del caso El Mozote por acceder a los archivos militares. Gato Encerrado. https://gatoencerrado.news/2020/11/05/el-peregrinaje-del-juez-y-las-victimas-del-caso-el-mozote-por-acceder-a-los-archivos-militares/
Secretaría de Prensa de la Presidencia. (6 de marzo de 2021). #PlanControlTerritorial|“La visión del Presidente @nayibbukele cuando se habla de seguridad, es integral, trata de tocar todas las aristas y una cultura de paz real”, afirma [Imagen adjunta]. [Tweet]. https://twitter.com/SecPrensaSV/status/1368265952899563526
Telenoticias21 GMV. [@TN21sv]. (21 de enero de 2021). @sliptone: “La juventud no puede celebrar actos (conmemoración firma de los Acuerdos de Paz) que solo sirvieron para incrementar [Imagen adjunta]. [Tweet]. https://twitter.com/tn21sv/status/1348989330145083393?lang=es
Tünnermann, C. (1996). Cultura de Paz. Un nuevo paradigma para Centroamérica. UNESCO.
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