Artículo/crónica
Durante el festival de La Cochinita, la asociación Afroos destacó el talento de artistas de Atiquizaya.
Cuatro años de conmemorar la herencia africana en El Salvador
Texto: Laura Flores*
Fotografías: Nelson Lucha
Cada 31 de agosto se conmemora el Día de la Herencia Africana en El Salvador. Estos esfuerzos son una iniciativa de la población organizada, que desde su trabajo visibiliza el tema.
La población afrodescendiente de El Salvador, año con año, lucha por tener espacios de visibilidad. Desde 2020, la Asociación de Afrodescendientes Organizados Salvadoreños (Afroos) conmemora el 31 de agosto, el mes de la herencia africana en el país, como un espacio de reconocimiento, de lucha y de orgullo por su identidad.
La actividad que le pone el mayor realce a este mes es el Festival de la Cochinita, que es parte de la herencia africana en Atiquizaya, departamento de Ahuachapán. El festival gira en torno a un platillo de cerdo cocido al horno, que es tradicional en este municipio del país, donde hay una importante concentración de población afrodescendiente.
En este municipio, por acuerdo local, se ha establecido el Día Local de la Cochinita. De acuerdo con Ana Yency López, fundadora y directora de Afroos, esta festividad es uno de los logros más importantes para la organización y la población afro, pues reúne herencia, legado y cultura afrodescendiente a través de la gastronomía.
«Lo que nos quedó plasmado en este festival, además de su rica gastronomía, es el apoyo internacional de los pueblos indígenas de Guatemala, de la Embajada de México, Colombia, que están apoyando visibilizar el legado africano que tiene el país», expresó López.
A cuatro años de la creación de Afroos, la organización ya percibe pasos importantes en la visibilidad del tema. «Un gran paso es poder dialogar y platicar con tomadores de decisiones. Afros ha estado en varios espacios nacionales e internacionales para poner en agenda el tema afrodescendiente», agregó López.
Durante el levantamiento de información del censo nacional de este año se incluyó un ítem donde la población puede identificarse como afrodescendiente.
El artista Carlos Lara durante su presentación en el Festival de la Cochinita.
El platillo La Cochinita es tradicional en esta celebración.
Algunos de los lugares donde se ha identificado presencia importante de población afro son Atiquizaya, Ereguayquin, Zacatecoluca, San Alejo, Cantón El Brazo e Isla de Meanguera.
López explicó que a lo largo y ancho del mundo, de acuerdo con el biólogo Quintana, «todos tenemos un porcentaje de herencia de África, porque es la madre. Pero desde Afroos tenemos algunos elementos que pueden ayudar a identificar si soy afro o no soy afro, aunque cada quien se puede denominar como quiera. Lo primero es identificar el fenotipo (cómo es nuestro rostro), nuestro árbol genealógico y el territorio donde nacimos nosotros y nuestros padres», agrega.
En el censo del año 2007, el más reciente que se ha publicado, 7 441 personas se identificaron como afros. De ese año a la fecha, ha habido una tarea importante de visibilidad, pues los salvadoreños reconocen a la población indígena (todavía con dificultad), pero no sus orígenes afrodescendientes. Este año, durante el levantamiento de información del censo nacional, se incluyó un ítem donde la población puede identificarse de esta manera.
Una de las deudas del Estado en este tema es el reconocimiento de esta población en la Constitución de la República. Así como la realización de campañas de prevención del racismo en escuelas y en diferentes espacios, donde se considera que no ocurre esta expresión de violencia porque no se identifica el rol de la raza y la etnia en el país.
Reconocimiento a personas oriundas de Atiquizaya, entre ellos, artistas que entregaron un mural denominado Un legado africano en Atiquizaya.
* Periodista salvadoreña
Más artículos
-
El patriarca en su otoño
Su apodo era El Mico (El Mono), y se decía que criaba perros, entre otras cosas. A nosotros nos interesaban principalmente las otras cosas. Era…
-
Sergio Ramírez recibe el doctorado honoris causa de la Universidad de Guadalajara, México
El reconocido escritor nicaragüense autor de Margarita, está linda la mar (1998) y Caballo dorado (2024) recibió, el 4 de diciembre de 2024, este reconocimiento.
-
Katstaller y Schott: El matrimonio que ayudó a construir El Salvador moderno
Karl y Ehrentraut Katstaller Schott vinieron desde Austria y se instalaron en suelo salvadoreño para diseñar y edificar más de 130 obras, entre las que…
EN ESTA EDICIÓN
-
«Miguel Ángel Chinchilla. Una manera de dejar un legado cultural»
La producción radiofónica no ha sido especialmente prolífica en El Salvador. Sin embargo, Miguel Ángel Chinchilla incursionó con fuerza en este terreno, dando el todo…
-
Duarte besa la bandera, Roberto elige el día
Miguel Ángel Chinchilla reúne en su obra, Recogiendo cadáveres, fragmentos de las vidas de monseñor Óscar Arnulfo Romero y Roberto D’Aubuisson. Organizado en cuatro capítulos,…
-
Luchando por salvar vidas en medio de una orgía de muerte
Consuelo Escamilla Acosta —alias «Yamileth»— confiesa que para ella es difícil recordar con exactitud las fechas y ciertos pormenores de los eventos que atravesó durante…
-
El periodista que invocó la paz
El joven vendedor desempacó, entusiasmado, la mercadería: una linda vajilla de mesa por la que el potencial cliente preguntó con igual entusiasmo… sólo para decir…
-
Bomba en la YSAX y asesinato de Mario Zamora
Miguel Ángel Chinchilla reúne en su obra, Recogiendo cadáveres, fragmentos de las vidas de monseñor Óscar Arnulfo Romero y Roberto D’Aubuisson.