Espacio Revista
  • Portada
  • Memoria
  • Cultura
  • Artículos
  • Entrevistas
  • Opinión
  • Internacionales
    • Foto
    • Video
    • Podcast
    • Caricaturas
  • Suscríbite

Cultura

Ilustración: Luis Galdámez

Y el verbo se hizo canto

Carlos Mejía Godoy

Marzo 7, 2025

  • Instagram
  • X
  • Facebook
  • Mail

Carlos Mejía Godoy, el talentoso cantautor que conocemos por Son tus perjúmenes mujer y Nicaragua, Nicaragüita, hoy en el exilio de su patria querida, nos comparte su libro Y el verbo se hizo canto. Memorias, en el que presenta 50 canciones «con diversos ritmos, sabores, colores y texturas». Hoy los invitamos a esta mesa servida con una de esas 50 canciones, su letra y una historia relacionada para el recuerdo. 

***

El Cristo de Palacagüina

Letra y música: Carlos Mejía Godoy

Por el cerro de La Iguana
montana adentro de Las Segovias 
se vio un resplandor extraño 
como una aurora de medianoche 
los maizales se prendieron 
los quiebraplatas se estremecieron 
llovió luz por Moyogalpa 
por Telpaneca y por Chichigalpa.

Cristo ya nació en Palacagüina 
de Chepe Pavón y una tal María 
ella va a planchar muy humildemente 
la ropa que goza la mujer hermosa 
del terrateniente.

Las gentes para mirarlo 
se rejuntaron en un molote 
el indio Joaquín le trajo 
quesillo en trenza de Nagarote 
En vez de oro, incienso y mirra 
le regalaron según yo supe 
cajetitas de Diriomo 
y hasta buñuelos de Guadalupe.

Cristo ya nació…

Jose el pobre jornalero 
se mecateya todito el día 
lo tiene con reumatismo 
el tequio de la carpintería 
María sueña que el hijo 
igual que el tata sea carpintero 
pero el cipotiyo piensa: 
mañana quiero ser guerrillero.

Cristo ya nació…

***

El Cristo de Palacagüina

Desde muy niño, el nombre de Palacagüina me sono muy divertido. De hecho, todas las toponimias de mi región eran como cajetitas de leche para mi paladar auditivo. Totogalpa, Telpaneca, Susucayán…

Ya entrando a mi primera juventud, tuve la oportunidad de visitar, uno a uno, los pueblitos segovianos. Me dispuse a conocer al que mas me llamaba la atención, precisamente, por la sonoridad de su nombre: Palacagüina.

Cuando ingresé a la población, allá por los anos sesenta, confieso que sentí una tremenda decepción. Aparte de unas casitas de barro y los preciosos chaflanes esquineros, francamente no encontré nada que valiera la pena. Me disponía a abandonar el pueblo, cuando un campesino, encaramado en su carreta pareció reconocerme.

—¡Ideay! —dijo achicando los ojos— ¡usted no es el hijo de dona Elsa, pues! 

—¿Y cómo supo amigo? —Pregunte curioso.

—Que acaso no estoy mirando la misma caricatura? —repuso el campesino.

Un diente de oro tiro un destello de la boca del carretero, quien agrego:

—Usted no se me pierde. Es el retrato de mi comadre Elsita, dicho sea de paso, la mas elegante de las Armijo.

Me gusto la espontánea locuacidad de aquel hombre cincuentón, quien, poniendo el chuzo cobre unos sacos apiñados en el camastro, abandono la carreta para venir a darme la mano. 

—Mi gracia es Domitilo Sosa, para servir a Dios y a usted. Soy primo carnal de la Tona Sosa, la señora de las rosquillas. Pero, cuénteme, ¿qué me lo trajo por estos polvazales? Yo soy de Somoto, pero mi señora es nacida y criada aquí.

—Pues, fíjese que vine a dar una vuelta —le dije— y sinceramente, con todo respeto, creí que el pueblo era mejor que Yalagüina.

Muy cordial, don Domitilo que invitó a sentarnos en una piedra frente a la iglesia y me dijo una cosa que se me grabó para siempre.

—Mire, Yalagüina ha mejorado porque queda a la orilla de la carretera Panamericana y, como usted sabe, hay mas movimiento. Pero le quiero decir algo.

El carretero levanto el ala de su sombrero y señaló hacia el norte, mientras decía pausadamente:

—Allá esta el tesoro de Palacagüina. ¿Mira esas montanas? Yo sé que usted es memorioso y no se le va a olvidar. El cerro de la derecha es el de la Iguana, el otro se llama el Sua, el del sapo. ¿Sabe quién está enterrado ahí? Nada menos que el merito Capitán Rebrujo, el general Miguel Ángel Ortez. En otras palabras, el más chavalo de la plana mayor de Sandino. 

Un frío misterioso me recorrió la columna. Estremecido por una emoción inédita, recordé los famosos versos: No porque en Las Segovias el clima fuera mas frio, /tuvo este Miguel Ángel en las venas horchata./ Muy cierto que de niño, supersticioso y pío, /sonaba en las Purísimas su pito de hojalata.

Una carcajada sabrosa rebotó, contra las paredes encaladas de la iglesia.

—¡Que lindas palabras, amigo! —dijo don Domitilo—. Y eso tan bonito, ¿es improvisado suyo? 

—No— conteste de inmediato—. Esa es una poesía del escritor Manolo Cuadra.

Me despedí de aquel hombre sencillo, que en cuestión de minutos me enseno a venerar aquel pueblito segoviano. Ahora puedo leer en el perfil de esos cerros las hazanas de un rubio combatiente de ojos azules quien, como Cristo, vertió su sangre por la liberación de su patria.

Y mientras me alejaba, seguí oyendo la voz del poeta:

Y aun hecho ya polvo, al recordar su nombre,
se meaban de pánico los yankes.

«Y el verbo se hizo canto»
Carlos Mejía Godoy
Puede encontrarlo a la venta en www.amazon.comhttps://www.amazon.com/-/es/verbo-hizo-canto-Memorias-Spanish/dp/B0C2SG4Q1L

Carlos Mejía Godoy y su esposa Xochitl Jiménez perdieron su casa y la mayoría de sus pertenencias por un incendio hace pocos días en Estados Unidos. Quienes quieran contribuir a la recolección de fondos para ayudarles, pueden hacerlo en este enlace:

https://gofund.me/068e7791


Más Cultura

  • Soy un ciego

    Soy un ciego

    Carlos Mejía Godoy
    mayo 30, 2025

    Desde que tengo uso de razón me he formulado esta pregunta: —¿Los ciegos de nacimiento ven «oscuro» o simplemente «no ven»? Y he llegado a…

  • Antojitos nicaragüenses

    Antojitos nicaragüenses

    Carlos Mejía Godoy
    mayo 16, 2025

    Así pispireto, mancuncho y corneto me quiero casar, con una chavala de aquí del lugar… Apunté esa frase sin saber, de primas a primera, que…

  • Chinto Jiñocuago

    Chinto Jiñocuago

    Carlos Mejía Godoy
    mayo 2, 2025

    El hombre entró en la Miscelánea Elsa, la pulpería de mi mamá, en la Calle Real de Somoto. Traía un sombrero raído, una alforja y…

Donación

EN ESTA EDICIÓN

  • Memoria
    La radio: información, compromiso y lucha

    La radio: información, compromiso y lucha

    Alberto Barrera

    La historia de la radio informativa entre 1960 y 1990 relatada por Edgardo Cuéllar ha sonado con voz timbrada y famosa durante décadas. En una entrevista aludió…

  • Opinión
    El cultivo del pensamiento crítico ante la desinformación

    El cultivo del pensamiento crítico ante la desinformación

    Guillermo Mejia

    En una atmósfera cargada de información, desinformación e información falsa no caería mal que desde la propia práctica en círculos familiares y sociales se haga un esfuerzo por…

  • Cultura
    El encuentro…

    El encuentro…

    Yolanda Guirola Zelaya

    Era una noche sin estrellas, sin nubes, sin viento y casi podría decir que sin cielo ya que no se veía nada. Al fin me había aventurado a desvelarme e introducirme entre…

  • Podcast
    Pobrecito poeta, III. La fiesta en casa de Cristina

    Pobrecito poeta, III. La fiesta en casa de Cristina

    Miguel Ángel Chinchilla

    «¡A la puta, vos, qué aburrido está esto!». «Ustedes no se ahueven por la solemnidad, por la decencia. Dentro de un rato se va a poner bueno,…

Arte, cultura, memoria histórica y más.

  • Quiénes somos
  • Suscríbite
  • email
  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter/X

© Derechos reservados 2022-25 ESPACIO COMUNICACIONES, LLC