Entrevistas

Rafael Paz Narváez considera que el mayor desafío es que el movimiento popular supere la fragmentación y construya un proyecto político único.
Rafael Paz Narváez: «Estamos gobernados por una cúpula familiar, empresarial y política»
Espacio Revista
Fotografías: Luis Galdámez
Mayo 30, 2025
El 1.º de junio se cumple un año de la segunda gestión del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en medio de una realidad que tiende hacia prácticas que se alejan cada vez más de lo esperado en una democracia, como ha sido su reelección para un segundo mandato (2024-2029), pese a que estaba prohibido por la Constitución de la República.
La medida más reciente en esta dirección antidemocrática ha sido la aprobación, por la Asamblea Legislativa (mayoritariamente oficialista), de una ley que criminaliza la crítica, denominada Ley de Agentes Extranjeros, la cual también busca legalizar la persecución y el encarcelamiento de la oposición, así como asfixiar a organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación independientes mediante un «impuesto» del 30 % sobre sus ingresos financieros.

El Centro Histórico de San Salvador ha sido desalojado de vendedores ambulantes y es posible observar elementos del Ejército en sus alrededores.
Espacio Revista se acercó al investigador Rafael Paz Narváez, con el propósito de obtener una visión analítica y reflexiva de la situación actual. Paz Narváez compartió el documento de su autoría «Análisis de escenarios y actores sociales colectivos de El Salvador» (febrero de 2025), en el cual explora las estrategias del actual gobierno, sus impactos en la nación, las dinámicas de poder, las resistencias y los desafíos que enfrentan los sectores populares en la búsqueda de un futuro más democrático y justo.
Paz Narváez, en su análisis, sostiene que la gestión del presidente Bukele descansa en la fuerza de un bloque de poder que denomina «clan familiar, político y empresarial» y «su cúpula adherente» (sectores y personas que se agrupan en torno al clan). Dicha gestión se basa en cinco pautas estructurales: 1) el enriquecimiento del clan y su cúpula adherente, 2) el mantenimiento del control autoritario sobre el Estado, 3) la gestión de la popularidad mediante estrategias de guerra cognitiva, 4) la adhesión a la política internacional de la Fundación Heritage* (Agenda 2025) y 5) la intención de destrucción de la oposición política, como se detalla en el siguiente gráfico.

Así mismo, el analista expone tres posibles escenarios futuros. El primero, lo denomina «Escenario optimista para los sectores populares y pesimista para el régimen», el cual se caracterizaría por una alta movilización social y una crisis política manifiesta en el régimen, la cual debilitaría su control electoral y territorial.
El segundo, es un «Escenario intermedio, con un estancamiento del conflicto social y negociaciones parciales», en el cual ni el régimen ni la oposición lograrían imponerse de forma definitiva, por lo que se generaría una situación de equilibrio, pero inestable.
El tercero sería un «Escenario pesimista para los sectores populares y optimista para el régimen», en el cual veríamos una consolidación del autoritarismo, un debilitamiento de la resistencia y de la oposición mediante diversos mecanismos.
Narváez considera que el escenario más probable en el corto plazo es el segundo, en el que veríamos luchas dispersas de los sectores populares y un régimen político enfrentando dificultades, pero sin una oposición capaz de «capitalizar su desgaste». Por lo tanto, considera que el mayor desafío es que el movimiento popular supere la fragmentación y construya un proyecto político que trascienda la mera resistencia y pueda, realmente, disputar el poder.
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Espacio: Para partir con su análisis la pregunta general sería cómo analiza el momento actual en materia social, económica y política. Me llama la atención donde usted dice que estamos gobernados por un «clan familiar, empresarial y político» y una «cúpula adherente»
Rafael Paz Narváez: Bueno, ¿qué tenemos nosotros en El Salvador actualmente? Creo que el ascenso de una facción política que tiene ciertos anclajes económicos, como es el clan Bukele. El Clan Bukele en realidad es una red familiar, pero, alrededor de esa red familiar se ha articulado una cantidad de operadores políticos, que finalmente fueron todos ellos enlazados y vinculados a partir de esta propuesta de Nuevas Ideas, operadores que venían del PCN, de Arena, de GANA, del FMLN…
Yo diría que eso viene construyéndose desde el momento en que entra en la Alcaldía de Nuevo Cuscatlán, y que fue potenciado fundamentalmente por un sector del Frente Farabundo Martí, bueno, el sector vinculado con el reconocido Ramiro, José Luis Merino. Ese sector fue el que lo potenció. De hecho, tenemos entendido que se utilizó una cantidad de fondos de Alba —no necesariamente sólo de Alba Petróleos—, para potenciar esa proyección política.
Al principio se presentaba como una disputa al interior del Frente, pero en un momento determinado esa disputa sale del Frente, se presenta como un proyecto político personal, pero detrás de esa persona hay toda una red, una red de familias empresariales donde el centro lo tiene el clan Bukele, la red de familiares de Bukele y operadores políticos inicialmente asociados con él, básicamente el sector Merino del Frente, en primera instancia, pero que, más adelante, una vez que llegan a la presidencia, logran una alianza sólida, muy cohesionada, con otros sectores, gente que viene de Arena, gente que viene del PCN (Partido de Conciliación Nacional), de GANA (Gran Alianza por la Unidad Nacional). Se logra cohesionar una cantidad de operadores políticos que tienen como variable común el no tener reparos ante prácticas de corrupción. Creo que esa es una de las principales características que logran cohesionar a ese grupo, a ese sector. Ese sector, definitivamente, ha desmontado toda la convivencia política que surgió con los Acuerdos de Paz.
¿Cómo «convivencia política»?
Me refiero a que hay unas determinadas normas, tanto tácitas como escritas, hay una legalidad, están los Acuerdos de Paz, había unas reformas constitucionales, pero había también una cantidad de normas de procedimiento como, por ejemplo, prácticas de transparencia de tal manera que los fraudes electorales, por ejemplo, eran muy difíciles de llevar a consecución. Entre otras cosas porque muy probablemente esas fuerzas ya tenían un pasado en que los fraudes electorales llevan a conflictos, inclusive con violencia. Y como se había salido de décadas de violencia política, el convivir con estas normas democráticas era algo aceptado y bienvenido. En cambio, este nuevo sector político-económico emergente es algo que no toma en cuenta en su ambición por controlar el Gobierno y el Estado, no le importa pasar por encima de eso.
¿Impone sus propias normas?
Impone sus propias arbitrariedades, más que normas. Porque, básicamente, el núcleo, el centro de gravedad para la toma de decisiones, es buscar aquello que beneficia económicamente y que permita continuar en el poder. Estas son las dos variables centrales.
Entonces, tenemos un grupo empresarial que no forma parte del bloque empresarial hegemónico que es el sector socioeconómico en el cual se llegó a convertir la oligarquía. Bueno, la oligarquía es un término viejo y se refiere a un sector burgués-terrateniente, cuando acá, en El Salvador, el principal eje de producción y de enriquecimiento estaba en el mundo agrario. Pero, a partir de los años 50, eso comenzó a cambiar.
El tráfico de drogas es de sur a norte, pero el de armas es de norte a sur. Nosotros tenemos estos dos polos en esta economía delincuencial.
Precisamente una de las razones de la guerra es que esa transición de los ejes de acumulación y de ganancia de las clases propietarias no lograron pasar exitosamente y en paz a una formación socioeconómica en la cual el centro de generación de ganancias está en las ciudades. Eso fue muy conflictivo. Llegó la paz y la paz significó, de una u otra manera, el afianzamiento de Arena en el poder, de una Arena que su proyecto político ya no tiene su base en los sectores sociales que acumulan riqueza desde el sector de la agroexportación sino que la tiene en una economía diversificada urbana.
En ese contexto, a los pocos años se dan cuenta de que lo que les puede resultar más rentable es convertirse en servicios financieros internacionales en relación con los ejes económicos que en América Latina están en ascenso, de Colombia a Estados Unidos.
¿Cuáles serían?
Hay informes de Naciones Unidas, de la Onudd, la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito, que sustentan lo que yo afirmo en este caso, y es que el tráfico de drogas es de sur a norte, pero el de armas es de norte a sur. Nosotros tenemos estos dos polos en esta economía delincuencial: Colombia de una parte, Estados Unidos de la otra, pero a eso se añade la trata de personas, que hay múltiples formas de trata de personas, la más inocente de ellas podríamos decir que es el «coyotaje» para gente que quiere emigrar a Estados Unidos, el cual generaba millones de dólares. Solo aquí en El Salvador, antes de la llegada del actual gobierno, había alrededor de 70.000 personas que año con año procuraban emigrar, especialmente a Estados Unidos. Si la mitad de ellos pagaran el «coyotaje», el precio por la trata de personas, que en aquel momento andaba por el orden de $ 8000, multipliquemos 35.000 por $ 8000 y vamos a tener millones de dólares y estamos hablando solo de El Salvador.

En San Salvador, cientos de migrantes se unen a una de las caravanas que se dirigían hacia el país del norte.
Pero solamente estamos hablando de una modalidad de trata de personas, que te genera una enorme cantidad, una masa de dinero que se produce afuera de los circuitos de la economía convencional, o sea, de los circuitos legales. Te genera una masa de dinero enorme, tanto con el tráfico de drogas como con el tráfico de armas.
Entonces, cuando en El Salvador se toma la decisión de dolarizar la economía, esa decisión va orientada a facilitar los servicios financieros internacionales, entendámoslo correctamente, se refiere al lavado de dinero, o como dice alguien, «blanqueo de capitales»**. Eso, aparte de ser afirmaciones que yo hago, está respaldado por investigaciones que Naciones Unidas publica en sus informes de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito de los años que yo estoy mencionando. O sea, hay un respaldo inclusive de una organización como Naciones Unidas para esta afirmación. Claro, no lo señala con la claridad que lo yo lo hago, pero cualquiera que sepa leerlo va a llegar a esa conclusión.
Para el caso, que la dolarización de la economía salvadoreña facilitó actividades como el lavado de dinero encuentra respaldo en diversos informes y análisis internacionales, aunque no se expone de manera explícita en documentos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Tenemos un capitalismo digital que es asistido por la tecnología y la inteligencia artificial.
Desde que llegó Bukele a la presidencia he tenido la impresión de que él, si bien forma parte de la derecha y de la gente pudiente del país, no es parte de lo que ha sido el sector de derecha empresarial representado por Arena.
Lo que caracteriza a este grupo es que es un grupo que quiere afianzarse, de hecho ya se está agenciando el Estado para lograr colocarse, hacerse un espacio en el bloque empresarial hegemónico de aquí, en cuanto a familias como Kriete, Poma, relativamente tradicionales, que tienen inversiones en hoteles, en constructoras de residenciales, en venta de vehículos, bancos, venta de repuestos de vehículos, etcétera. Son personas inconmensurablemente más pudientes en términos económicos y empresariales que el clan Bukele. El Clan Bukele puede estar integrado por empresarios, pueden ser millonarios, pero no son milmillonarios, quieren lograrlo, quieren hacerlo, lo están haciendo, pero no lo son aún.
¿Qué tenemos acá? Tenemos a un grupo empresarial que toma la iniciativa en un momento en el cual el planeta entero está en una transición de una economía basada en los monopolios y en la organización material de la producción a una economía que está basada en una organización cibernética de la producción que controla la producción material. O sea, un capitalismo digital.
Tenemos un capitalismo digital que es asistido por la tecnología y la inteligencia artificial. Pero, paralelamente a esa economía digital, de manera sustancial —no son dos hechos diferentes, es un solo hecho—, es una economía que se basa, por ejemplo, en nuestra presencia en el ciberespacio: una enorme cantidad de gente en el planeta que tiene una presencia en el ciberespacio, que marca la pauta de nuestra vida cotidiana: estudiamos, trabajamos, nos divertimos, una gran cantidad de gastos nuestros están mediados por el ciberespacio, dejando una huella digital.


En una de las marchas blancas de hace algunos años, miles de salvadoreños se manifiestan por mejoras en el presupuesto de salud.
Entonces, tener esa información te permite, primero, organizar mejor la logística de distribución de los productos; segundo, canalizar los productos… Entonces, la inteligencia artificial cambia la base económica de la producción y del consumo, y tener los datos de la población a nivel mundial es ahora uno de los principales insumos de producción, uno de los principales insumos de valorización del dinero. En otras palabras, la empresa que tiene los datos masivos, en primer lugar, puede vender estos datos masivos, y eso es parte de lo que genera más dinero a nivel mundial. ¿Quiénes son estas empresas? Google, Amazon, Meta…
Tenemos un clan empresarial que su mayor habilidad es el uso político de estas nuevas tecnologías.
¿Los gobiernos tienen acceso a este cúmulo de datos de la ciudadanía?
Hay una sintonía, digamos, entre algunos gobiernos y algunas de estas plataformas. No es casualidad que alguien como Elon Musk, por ejemplo, que ha incursionado en estas plataformas, especialmente a través de X, tenga a su vez una presencia en el gobierno, pero también los otros, también gente como Bill Gates o como Suckerberg, para hablar solo de dos, obviamente hay más.
Estas son personas que llegan, algunas de ellas y en ocasiones, al Foro Económico Mundial, y pues, ahí no se toman decisiones necesariamente sobre cómo se maneja la economía mundial, pero es un laboratorio de ideas. Entonces, en El Salvador, tenemos un grupo empresarial ambicioso que ha logrado capitalizar este momento de cambio, un momento en que vamos a una economía organizada especialmente a través del ciberespacio y la inteligencia artificial, y está sacando provecho especialmente político, provecho económico, con base en estas tecnologías, no ha sacado mucho .
Este grupo empresarial no se ha distinguido porque tenga una especial veta de ganancias a través de una actividad económica en el ciberespacio —habría que indagar más en lo relativo al movimiento en el espacio del Bitcoin. Lo que ellos hacen es, sobre todo, apropiarse de los fondos del Estado, o, según se sospecha, de cosas escandalosas como, por ejemplo, requisarle a carteles la droga en alta mar y pretender canalizarla para obtener beneficios. Pero los carteles no están pintados en la pared, y podría ser que causan que esta droga sea detenida y sean desenmascarados públicamente.
Aunque no existen pruebas concluyentes que vinculen directamente a grupos empresariales específicos con actividades de narcotráfico, se ha señalado que la falta de regulación y supervisión en el uso de criptomonedas en El Salvador puede facilitar actividades ilícitas. La adopción de Bitcoin ha sido criticada por su potencial para ser utilizada en el lavado de dinero y otras actividades delictivas, especialmente en un país con antecedentes de corrupción y vínculos con el crimen organizado.
A estos nuevos grupos empresariales, ¿cómo se les puede identificar?
Hay algunas informaciones periodísticas que nos hablan de compañías de ingenieros que podrían estar muy vinculadas con ellos, muy probablemente en esta constructora Cuscatlán, y en todo el movimiento de gestión del Estado, que está orientado a centralizar los fondos del Estado, me refiero, por ejemplo, a los fondos de pensiones. Lo que hay, más que un fondo, es una deuda. Cada vez que se acumula algo de dinero por la recaudación de lo que se le quita a las personas empleadas que están en las AFP (Aseguradoras de Fondos de Pensiones) y en otras formas, el Gobierno lo toma. Entonces, lo que están haciendo, en otras palabras, es desfalcando al Estado.
Además, se levantan sospechas de involucramiento en negocios de la economía delincuencial. Se requiere indagar más respecto a los cargamentos incautados en Valencia y en Panamá, que están ya documentados que salieron de El Salvador y fueron descubiertos.
De esta manera, nosotros tenemos un clan empresarial que su mayor habilidad es el uso político de estas nuevas tecnologías, que es la inteligencia artificial. Ellos están —en esta hipótesis que hemos estado investigando—, ellos están con una estrategia de gestión de gobierno basada en los procesos de lo que se llama guerra cognitiva.
Una de las emotividades básicas que se ha sembrado en el campo socio afectivo, cognitivo de las personas es el miedo.
¿Cómo definiría la guerra cognitiva? ¿Se trata de mecanismos de desinformación y manipulación?
Sí, exactamente, el resultado es la manipulación, pero hay todo un proceso. Todo este proceso de la big data, de los datos masivos generados por Internet, que nos informan acerca de los perfiles psicométricos de la población y con base en ellos se crean políticas, se crean eventos que van a ser luego políticamente canalizados para que la población tenga una determinada emotividad. Por ejemplo, una de las emotividades que definitivamente me parece que se han identificado como claves para esta manipulación política —el término manipulación política es solo una de las variables de lo que es una guerra cognitiva—… Por ejemplo, el hecho de que en la pandemia estuvieran 83 días las personas encerradas y a quien no cumpliera eso se le metía en un centro de contención en el mejor de los casos, esto implica que una de las emotividades básicas que se quiso sembrar y se ha sembrado en el campo socio afectivo, cognitivo de las personas es el miedo.
Entonces, el miedo se instaló con la pandemia y ese miedo se reinstala con el régimen de excepción. Por ejemplo, no hay prácticamente mayor fundamento legal en capturar transportistas y enviarlos a la cárcel. Eso se hace con mucha arbitrariedad, en otras palabras se les está acusando de peculado. Catalino Miranda fue el primero, pero lo que más o menos me parece que va en búsqueda este clan empresarial y la cúpula política de Nuevas Ideas adherente, es controlar el sector del transporte. Por cúpula política me refiero a la gente de Nuevas Ideas, estos diputados, estos alcaldes, estos ministros,
¿Con el término «adherentes» a qué se refiere?
Adherente, me refiero a que no son miembros del clan empresarial, no son empleados del clan empresarial, pero manejan el Estado al servicio de, están adheridos a todo este proyecto de clan empresarial y les va en ello ganar jugosos salarios y este tipo de prebendas. Y me imagino yo que otros beneficios.
Pero estas personas van, en ese sentido, con operaciones, si se quiere, de guerra psicológica, operaciones de información, de desinformación; la política pública se utiliza para generar distractores pero también para ocultar la práctica real de quienes están gobernando. ¿A qué me refiero? Por ejemplo, ahorita nosotros tenemos una coyuntura particular en que los buses son gratuitos, el día de ayer amanecieron prácticamente militarizados y con presencia policial muchas unidades de transporte, lo cual es innecesario, innecesario desde un punto de vista para el funcionamiento cotidiano.

La actividad comercial en una de las calles de Sensuntepeque muestra a vendedores informales y transportistas de carga.
¿Con qué excusa se ha hecho eso?
No tienen ninguna excusa. Es una forma de operar para reforzar el miedo y para reforzar la obediencia. El capturar empresarios, realmente hablando, esas capturas no se sostienen en el tiempo. Cualquier abogado, en un estado de derecho, mínimamente ya los tuviera libres, porque, inclusive, son delitos excarcelables o muchos de ellos tienen pruebas de que reciben un subsidio y que puede que las máquinas trabajen a bajo régimen, pero trabajan. Bueno, hay directores de asociaciones gremiales presos.
El centro de San Salvador ha sido metódicamente desalojado de vendedores informales.
Entonces, el objetivo no es castigar a personas que han cometido un delito, el objetivo es tomar el control del sistema de movilización de transporte público de El Salvador. Ya sabemos que viene una flota de buses de China, y pues, es una oportunidad para que este clan empresarial o personas de los círculos adherentes se hagan con estos buses y reorganicen el servicio de transporte y, por supuesto, las ganancias irían para ellos.
Lo mismo que ocurre en el centro de San Salvador. El centro de San Salvador ha sido metódicamente desalojado de vendedores informales, de una cantidad de gente, de mínimamente 10.000 personas que resolvían su vida económica y cotidiana a partir de la presencia en el centro de San Salvador, que han sido desalojadas, que están siendo desalojadas, que son perseguidas como si fuesen delincuentes.
Todos podemos ver como el CAM decomisa carros de paletas, ventas de fruta, bueno, hasta señoras que andan con un gancho de ropa en el cual llevan colgada ropa interior, son hasta seis agentes del CAM en contra de una señora de la tercera edad. Es decir, todas estas imágenes de abuso generan repudio, pero no generan lo suficiente como para revertir esta política.

Mujeres elaboran pupusas en un mercado de Zacatecoluca.
Pero generan intimidación.
Aparte del repudio, generan un temor. Entonces, es la política del terror que se instaló con la pandemia y que se mantiene con el régimen de excepción y que aprovecha crisis que pueden ser provocadas, porque ¿qué provocó la crisis de transporte? ¿Realmente el transporte gratuito era la solución a la problemática? ¿O la solución a la problemática era decir «vamos a contratar buses extra para que hagan las rutas alternas en los tres, cuatro, cinco o seis meses que vamos a llevarnos en dar una solución mejor a la problemática del viaducto de Los Chorros?
Han sido golpeados y esos golpes se los quieren quitar con estas maniobras de distracción, pero que no solo son maniobras de distracción, también son operaciones para tomar el control en un rubro económico del país.
Esta es la manera de operar de este clan y para eso utiliza el Estado, y para eso utiliza un ejército de troles, de influencers que tienen, y para eso utiliza el rastreo en tiempo real de nuestra huella digital. Eso es lo que yo podría decir, que eso es lo que lo caracteriza y le da cierta ventaja.
Desde ese punto, ¿cómo analizaría la continuidad en el gobierno en 2029 de este mismo grupo? Si puede seguir o no puede.
Puede seguir violentando las leyes. Ya demostró que no tiene ningún problema en violentar las leyes. Entonces, si la nación salvadoreña no desarrolla un dispositivo, digámoslo así, para evitar la continuidad de esta facción económico-política —el clan Bukele y la cúpula política de Nuevas Ideas y sus aliados—, si el pueblo salvadoreño, la nación salvadoreña, no desarrolla un mecanismo capaz de desplazarlos de esa gestión de decisiones en contra de la nación y del pueblo salvadoreño y a favor especialmente de este reducido sector, no va a haber otra manera de apartarlos.
No solamente tuvimos una elección con un candidato inconstitucional, sino que hemos tenido un recuento electoral fraudulento.
Es como lo que ocurrió en Ecuador. En Ecuador es más o menos conocido que hubo un fraude, y no tenían problema en que se supiera que hubo un fraude. El problema para ellos era cómo hacer fraude y quedarse a pesar del fraude. ¿Qué es lo que ocurrió acá? Aquí hay mucha gente que dice que Bukele ganó las elecciones del segundo periodo; pero, primero, es un candidato inconstitucional, que de acuerdo a las leyes no podía entrar. Puso —me disculpa, voy a usar un término—, puso títeres en la Corte Suprema de Justicia que son capaces de decir cualquier cosa con tal de tener un mínimo de privilegios o un máximo privilegios, sabrán ellos como manejan su vida.
Eso significa que no hay ninguna posibilidad de reconocerle constitucionalidad o legalidad a esta Presidencia. Y ese es un factor, pero hay otro factor, y es que la noche que se contaron los votos, esa noche electoral, ese recuento electoral, las computadoras no funcionaron adecuadamente y no funcionaron adecuadamente especialmente para el conteo de diputados de la Asamblea. Ahí es completamente claro. En la elección de la Asamblea Legislativa está meridianamente claro que hubo un fraude electoral, que consistió en reorganizar el conteo, con personas que son expertas en computación.

Los vendedores ambulantes son los principales afectados por los desalojos en el Centro Histórico.
Y que se hacen simulacros y pruebas antes del día de la elección para que no haya ese tipo de problemas.
Es inaceptable. Además, sí le funcionó al seguimiento que hace el partido Nuevas Ideas, y Lester Toledo, un agente venezolano, hasta publicó un video viendo que todo funcionó muy bien en sus aparatos de redes de seguimiento al proceso electoral. Pero al TSE (Tribunal Supremo Electoral) no le funcionó.
¿Eso se refiere a que ellos han dominado los tres poderes del Estado bajo una sola mano?
Sí, ¿a qué me refiero? A que hubo fraude. Pero ese fraude en esa elección es también un fraude aplicable a la elección presidencial. No solamente tuvimos una elección con un candidato inconstitucional, sino que hemos tenido un recuento electoral fraudulento. Entonces, nadie puede, matemática, política y legalmente, decir que este presidente ganó las elecciones con cualquier porcentaje que se diga. Él único que lo dice es un Tribunal Supremo Electoral fraudulento. Entonces, es un presidente de hecho, no va a salir [del gobierno] por procesos electorales con las actuales reglas del juego en las cuales ellos ponen las reglas del juego. Eso es algo claro.
Entonces, alguna gente puede tener referencia de las próximas elecciones en las que ellos pueden decidir si se realizan o no, y la gente tiene la idea de que ellos tienen la potestad legal de hacerlo. No tienen la potestad legal de hacerlo. Son personas que ilegalmente están usurpando el poder del Estado y del Gobierno. Entonces todo acto que ellos realizan es un acto arbitrario y que haciendo el balance les favorece particularmente a ellos.

Los alrededores de la iglesia de El Calvario en el centro de San Salvador ha sido uno de los lugares preferidos para los vendedores informales.
Ahorita muchas personas que tienen una visión cotidiana extremadamente corta se sienten favorecidos porque van a tener una semana de transporte gratis y los buses andan más llenos que normalmente, porque hay gente que dice: «Bueno, es la oportunidad de ir a ver a la abuelita» que no la fue a ver antes. «No voy a pagar por ir a tal parte», y son eventos en su vida que son significativos. Probablemente son conscientes de que se ha tomado esta medida para ocultar una serie de errores, pero se quedan cortos.
Técnicamente las estrategias y tácticas que se han tomado como pautas para la gestión de la gobernanza son algo del terreno militar.
Es decir, se quedan con la medida, se quedan con el satisfactor. Hay un perjuicio allí, pero hay un satisfactor, entonces la gente se queda con el satisfactor. Ciertos segmentos de la población, no todos.
Entonces eso es lo que estamos viviendo. Pero eso significa que nosotros tenemos una práctica de gobernanza en el cual la guerra cognitiva es lo que da la pauta de cómo se gobierna: a partir de una guerra cognitiva se decide quién va preso, a partir de una guerra cognitiva se decide en qué invierto, a partir de una guerra cognitiva se decide qué oculto, a partir de una guerra cognitiva, se decide que es necesario tener una red de troles y bots, y se necesita acceso a los datos masivos, a la big data.
Entonces no es algo que esté haciendo este Gobierno de manera ajena a quienes son las empresas que producen esos datos masivos. Me refiero a Google, me refiero a Meta y me refiero a todas las empresas que, finalmente, son las empresas predominantes en la gestión del ciberespacio. Es decir, estas empresas están en complicidad más o menos directa con esta forma de gobernanza y esta forma de gobernar que particularmente parece haberse empezado a ensayar en El Salvador, pareciera ser que ya se está replicando en Estados Unidos, en Ecuador y en Argentina.
Estos ensayos también venían haciéndose en Brasil, con Bolsonaro, que también era alguien que ya jugaba a las redes y a la manipulación mediática. Yo le llamo guerra cognitiva porque técnicamente las estrategias y tácticas que se han tomado como pautas para la gestión de la gobernanza son algo del terreno militar.
Es un término que proviene del sector militar. Y cuando usted dice que el presidente se presenta como un líder fuerte, salvador, que defiende a la población de enemigos internos y externos, ¿quiénes serían esos enemigos?
Los transportistas, por ejemplo.
Y cuando estábamos hablando de la represión mediática y la criminalización de la disidencia, de las voces críticas con campañas de difamación, acoso digital a personas y organizaciones, ¿qué casos emblemáticos podríamos señalar?
El último fue el caso del Faro. Uno de los gestores de El Faro, la gente que administra El Faro, Carlos Dada, salió denunciando que tenía información de que la Fiscalía estaba gestionando órdenes de captura para periodistas de El Faro, porque aunque está radicado en Costa Rica —se desplazó a Costa Rica precisamente a partir de la persecución del gobierno—, hay periodistas de El Faro en El Salvador. Obviamente no iban a sacar órdenes de captura para personas que están en Costa Rica, las órdenes de captura eran para las personas que están acá, independientemente de que tengan mayor o menor peso en la gestión de publicaciones de ese medio. Pero el punto es «El Faro es un enemigo, hay que reprimirlo».
… están desmantelando el Seguro prácticamente a la vista de todo mundo, fusionándolo con el Ministerio de Salud.
Pero no solo se refiere a El Faro. Vemos, por ejemplo, el caso del gremio médico. En el gremio médico hay sindicalistas acosados y ha habido profesionales capturados por asuntos que vienen a ser una nimiedad, más allá del respeto que se le debe a toda forma de vida, incluyendo a los gatos. El gremio médico no ha organizado ninguna marcha blanca, cuando en el pasado, por ejemplo, han hecho conferencias de prensa, han dado entrevistas; y están desmantelando el Seguro prácticamente a la vista de todo mundo, fusionándolo con el Ministerio de Salud. Sabemos que aquí había al menos cuatro sectores de salud: el privado, que dependiendo de cuánto pague mejor atención puede tener; luego está el Seguro Social, que era razonablemente aceptable, por cotizaciones.
Estaba, luego, el Ministerio Público, la salud pública, la cual venía de una tradición de caridad, porque el Hospital Rosales surge como un patronato de caridad, en la concepción cristiana de que el hospital es una entidad de caridad para las personas que no pueden mucho en términos de costearse la salud. En el siglo XX y especialmente después de los Acuerdos de Paz, la gente dejó de pensar en la salud pública como una asistencia de caridad y empezó a tomar conciencia de que es un derecho, y que finalmente es algo que financiamos todos nosotros con nuestro dinero, estoy diciendo que a través de los servicios de salud me devuelvan lo que me quitan, lo que han tomado de mi salario o de mis ingresos. Y están las prácticas populares de salud. Pero en toda esta forma en que se organiza la atención pública en salud en El Salvador, nosotros tenemos que se está desmantelando el Seguro Social, pero no hay marchas blancas. Entonces llama la atención.

En el oriente del país, la pobreza de la población rural no ha desaparecido con los reacomodos de la matriz productiva.
Por el estado de excepción.
Porque hay estado de excepción, porque hay médicos que los han encerrado en prisión por atropellar a un gato. Es muy difícil no atropellar un gato cuando el gato es un animal que tiene una de las peores reacciones frente a un vehículo; la estrategia de ellos es salir corriendo adelante el vehículo y apostarle a que van a tener más velocidad que el vehículo o que cualquier otro ser que le pudiera pasar encima en la selva o en cualquier lugar. Entonces, no creo que haya sido intencional atropellar al gato, pero a un médico lo llevan a la cárcel, lo exponen.
Luego, en el estadio, cuando está este sospechoso incidente de algunas personas que mueren a raíz de una sobreventa de boletos, que hay un mal manejo del ingreso y se producen algunas muertes y unas residentes de medicina hacen comentarios desafortunados en Twitter, se les toma como chivos expiatorios, pero también se les toma como una especie de deslegitimación del gremio médico; o cuando estudiantes y profesores de la Universidad de El Salvador salen defendiendo a estas estudiantes del acoso digital que se les hace, de que se les ha privado de su derecho a terminar los estudios.
Ya vemos que hay expulsión masiva de migrantes (…), él está diciendo «vamos a habilitar Alcatraz, Guantánamo», y aquí el CECOT.
Porque un comentario desafortunado, por muy desafortunado que sea, aparte de que hubo una inflación del hecho, las personas simplemente expresaron que les arruinaron el turno. Tienen razón, les arruinaron el turno. Su deber es estar ahí y lo asumen, no es que se van a ir, no, sino que van a tener un turno difícil. O sea, por donde quiera que se le vea es un hecho arbitrario de un ministro tratar así a las personas.
Pero con base en estos parámetros de guerra cognitiva las personas no reaccionan, no tienen capacidad de enaltecer o mantener la integridad de su dignidad y, por lo tanto, muy difícilmente logran una acción colectiva. No todas las personas salvadoreñas están así. Ese es su problema, porque las personas en El Salvador y probablemente cualquier otra población del planeta, no pueden ser reducidas a base de una guerra cognitiva. La guerra cognitiva te va a lograr ciertos resultados, pero no te va a garantizar una opresión permanente y completa de toda la población que tiene necesidades y que tiene que reivindicar sus necesidades de una manera o de otra. Esto creo que explica un poco la coyuntura actual.
Sí, me quedaba la duda de qué es esta Fundación Heritage y la Agenda 2025.
La Fundación Heritage, entre otras cosas, es una fundación que mucha gente la considera un tanque de pensamiento que ha provisto algunas de las acciones con las cuales iba a arrancar el gobierno de Donald Trump. Acciones como, por ejemplo, expulsar a 15 millones de inmigrantes latinoamericanos de Estados Unidos —que formó parte de la campaña del presidente—, son acciones que son compatibles con este tipo de agenda.
Quizás no lo van a lograr, quizás no van a lograr expulsar a 15 millones de personas. Quizás logran expulsar a una parte de ellos, pero el gran problema es que para hacerlo necesitan caer en métodos demasiado similares a los métodos que utilizó el régimen nazi con la población que le era inconveniente, entre los cuales se menciona muchísimo a judíos, pero que también ahí iban comunistas, gitanos y todo el que no les fuese conveniente.
Entonces, ya vemos que hay expulsión masiva de migrantes, no de millones, pero bueno, él está diciendo «vamos a habilitar Alcatraz, Guantánamo», y aquí el CECOT que, en una vergonzosa acción, se pone este centro a disposición de la criminalización.
Alrededor del 55 %, 60 % de la población estadounidense es blanca, pero en los próximos diez años va a crecer la población latina.
Hubo, precisamente de la gente que le aporta a este tipo de gestiones de agenda, como la Agenda 2025, que es la de la Fundación Heritage, y que marcaban ese tipo de acciones en la presidencia de Trump, la Agenda 2025, con la cual iba a iniciar el mandato de Trump, que no se ha cumplido exactamente en el término de las medidas que se proponen, pero sí en términos de lo que se busca, de contener el deterioro de la hegemonía de la gran potencia norteamericana y, entre otras cosas, salvaguardar el predominio del sector de origen eurodescendiente en Estados Unidos, lo que le llaman WASP, blanco, anglosajón y protestante, que ellos han calculado y lo dicen así, forma parte de la agenda de estos sectores.
En este momento, alrededor del 55 %, 60 % de la población estadounidense es blanca, pero en los próximos diez años va a crecer la población latina. «Y si la población latina, no digamos sobrepasa, ni siquiera llega a igualar, sino, si la población latina llega a ser suficientemente grande para que en combinación con la población negra deje en minoría o en una casi equidad a la población blanca, nosotros perdemos el control de Estados Unidos».
Ellos quieren mantener el control de Estados Unidos y la forma de tener el control es expulsando a 15 millones de inmigrantes latinos. Como digo, es una meta entre absurda, muy difícil de cumplir, habría que tener método extremos, como los nazis, pero ya estamos viendo métodos extremos, ya estamos viendo que se rompe un vidrio para sacar a una señora y encarcelarla. Ya estamos viendo que hay una persona como Ábrego que es expulsado de Estados Unidos, traído acá, aquí viene un senador, logran que tenga una conferencia con él, ocurre esto de la burla de las margaritas, etcétera. Todo esto es guerra cognitiva. Eso de colocar margaritas y sacar en el Twitter que están tomando margaritas en el infierno de la cárcel de El Salvador; porque eso va encaminado a dominar una narrativa en una parte de la población que quizás ya no tiene una enorme simpatía por este sector, pero está dispuesta a tolerarlo.

Un trabajador limpia el terreno en un cañaveral de Suchitoto. En el pasado, la matriz económica descansaba principalmente en la actividad agricola.
Esta Fundación Heritage, como entidad que quiere influir en la gestión del poder, lo hace con cualquier administración que esté en el gobierno de Estados Unidos.
Es un lobby y tienen operadores políticos. Ese tipo de cosas, como por ejemplo sacar a la USAID del financiamiento del Estado, son el tipo de cosas que van en la Agenda 2025. La agenda 2030 de Naciones Unidas es apoyada por el Foro Económico Mundial, y entre el Foro Económico Mundial y la Fundación Heritage hay contradicciones. Ambas reúnen a personas de las grandes élites políticas y de las grandes élites empresariales, pero no están necesariamente de acuerdo en cómo hacer la gestión política y económica global.
Discursivamente parece mucho más aceptable la Agenda 2030 de Naciones Unidas, a la cual se adscribe el Foro Económico Mundial, pero es algo discursivo. La Agenda 2025 es la de la Fundación Heritage.
Tenemos un plano que debe ser desplazado por otros medios «además de» lo que puede ser una presión electoral.
El desafío quizás sea hacer todo eso con el régimen de excepción, por el riesgo de prisión.
O sea, hay un juego, ya el considerar que corro riesgo de que me lleven preso ya es un juego…***.
Y con respecto a superar el desafío principal, decía usted: «superar la fragmentación y articular un proyecto capaz de disputar el poder». La idea que se tiene acá es que se tiene que articular un proyecto capaz de disputar el poder en el plano electoral, que sería el 2029.
Bueno, una cosa es el plano electoral, pero sabemos que el plano electoral no es suficiente… Tenemos un plano que debe ser desplazado por otros medios «además de» lo que puede ser una presión electoral. Yo no descarto que una presión electoral sea válida, muy probablemente necesaria, pero el análisis nos lleva a concluir que únicamente con el plano electoral —en este momento quien maneja las reglas del juego y maneja la cancha es el clan—, no hay manera de detener un «triunfo», un fraude. Es decir, ya hizo fraude una primera vez, ¿qué lo detiene a hacer un fraude una segunda vez, una tercera vez, una cuarta vez? No forma parte de sus principios ni de sus reglas de juego.
Entonces, imponer un proceso electoral que sea reconocido por una persona de esta naturaleza significa que es un proceso electoral que, de manera latente, implica otras fuerzas y que «se vería obligado a», cosa que en este momento no existe la constelación de esfuerzos para que este sector se sienta «obligado a», no me refiero a una persona, es un sector.
¿Cómo lograrlo? Se ha hecho el análisis, relativamente se propone allí, pero es que además es un análisis de curso de acción, no es un análisis de una voluntad que esté dirigiendo esto exclusivamente. Hay varias voluntades que están en el esfuerzo, pero no depende de voluntades personales, depende de que el proceso histórico es necesario, y está en proceso de hacerlo, una constitución de poder más allá del poder del ejercicio electoral.

En las riberas de la laguna de Olomega, una mujer prepara su caña de pescar para obtener algún alimento para ella y su familia.
¿Cómo? ¿Poder de facto de las fuerzas de la sociedad civil?
En historia, filosofía y jurisprudencia, la soberanía puede perfectamente emerger de los sectores populares, de la misma población. O sea el poder, en ese sentido, no es de facto. Una población que se organiza, independientemente de que le den permiso o no para organizarse, es una población que constituye poder.
Un poder basado o enraizado en una colectividad.
Está enraizado en lo que puede constituirse como colectividad, porque no es lo mismo tener un grupo de personas que tener una colectividad de personas. El colectivo significa que hay un diálogo, hay una discusión, hay un debate, hay una construcción de propuestas. No es lo mismo un montón de gente tomando autobuses gratuitos que una cantidad de ciudadanos que dicen: «Queremos un transporte ordenado, queremos que se rinda cuentas respecto a qué ha pasado en Los Chorros, queremos que se organicen las vías alternas de manera clara, queremos que se refuerce el servicio de transporte de buses»; ¿y quiénes pueden hacerlo? Algunos pueden ser las organizaciones de empresarios, que hoy por hoy están vergonzosamente esclavizadas, eso de pedirle clemencia a alguien que está actuando arbitrariamente es bochornoso, es lo que hablamos. Muchas personas han perdido el equilibrio de su integridad humana, pero es el resultado de esta guerra cognitiva. Hay personas que son más vulnerables que otras a perder su propia integridad humana.
Entonces, eso no es colectividad. Esa es, en todo caso, una colectividad negada en sí misma, que se somete, que pide clemencia, es una persona derrotada quien pide clemencia, entonces, es guerra cognitiva.
¿Sabe cómo está la situación del gobierno con el Ejército?
La cuestión es la siguiente: aquí hay un juego doble. Alguna gente analiza que el Ejército es una fuerza indudablemente de un gran arraigo histórico, mayoritariamente reaccionaria, aquí en el país. Es decir, es un Ejército que sus principales combates los ha librado contra el propio pueblo. Y los combates que ha tenido contra fuerzas exógenas han sido, fundamentalmente, en el siglo XX, la Guerra de las 100 horas, que ya el mismo término lo dice, pelearon 100 horas contra una república hermana; pelearon, según Naciones Unidas, doce años; y según la historia, en un análisis histórico crítico materialista del 70 al 92, 22 años contra el pueblo. Entonces, pelear 100 horas contra una república hermana y pelear 22 años contra la población, ya te dice de qué lado va tu equilibrio. Hay antecedentes mucho más lejanos en la historia que se pueden analizar.
Pero, volviendo a este momento, el hecho de que la Fuerza Armada acompañe a este tipo de presidente a la Asamblea Legislativa, se puede interpretar de dos maneras: «el presidente llevó a la Fuerza Armada a la Asamblea»; pero la otra manera de interpretarlo es: «la Fuerza Armada llevó al presidente a la Asamblea». Allí un poco las dos cosas.
Yo diría que aunque no es muy público, no es muy evidente, el CAEE, el Centro de Altos Estudios Estratégicos, probablemente tenga mayor incidencia en algunos negocios gubernamentales, por eso el militar más alto sale dando aclaraciones respecto al problema del tráfico de drogas en el cual están involucrados contenedores que salen de El Salvador. Pero, ¿por qué el funcionario de la Fuerza Armada se siente obligado a aclararlo? Solo es una pregunta.
No hay capturas por el bitcoin, no hay capturas por el desastre de Los Chorros, no hay capturas por el pacto con las maras (…).
O sea que tenemos una Fuerza Armada que históricamente, en su constitución y en todo lo que ella es, tiene una posición que mantiene gestión tras gestión…
Tiene una tradición histórica, como escribió el coronel Mariano Castro Morán, que escribió sobre la Fuerza Armada, oscilante entre el reformismo y la represión.
Pero bueno, el punto es que la Fuerza Armada no se puede tampoco caracterizar históricamente como un ente monolítico que ha estado inevitablemente siempre en complicidad con los sectores de élite y su gestión de la economía y de la política. En algunas ocasiones la Fuerza Armada ha tenido momentos en los cuales hay una apertura al reformismo, por ejemplo, con el Decreto de Transformación Agraria, o la fundación del Seguro Social salvadoreño, o el golpe de Estado del año 79.
Recordemos que algunos elementos de la Fuerza Armada forman parte de alguna de las fuerzas inclusive insurgentes, a las cuales les dan entrenamiento… No son la mayoría, son unos pocos, pero los hay. Entonces, no se puede tampoco quedarse con un cliché, pero predominantemente lo que ha hecho en la historia, y lo que está haciendo en este momento, es respaldar a un presidente inconstitucional que ha cometido fraude contra la nación y el pueblo, y eso dice mucho.
¿Y qué hay de los Venezolanos que asesoran al Gobierno? Ellos son comunicadores expertos.
Aparte de comunicadores expertos son expertos agentes de inteligencia. Precisamente la inteligencia es el manejo de la información, y una de las responsables en la guerra cognitiva son las agencias de inteligencia.
Aquí, lo que hay que notar es que el acceso a la big data te da entrada a los datos masivos de la población, te da la posibilidad de hacer estas operaciones, de engañar a la gente, de «bueno, se nos ha expuesto como contrabandistas de drogas; se ha descubierto que se ha pactado con las pandillas, que no se les ha combatido realmente sino que se está aliado a ellas; se ha descubierto que se ha robado dinero de Los Chorros y que ese volado fue mal diseñado y se está cayendo, ¿qué vamos a hacer?». «Ah, bueno, entonces demos transporte gratis». Ya preveo yo, porque la inteligencia artificial te hace un modulado de cómo van a reaccionar los distintos actores que están involucrados en la operación, y te dice: «Hay empresarios que no van a sacar las unidades». Ya puede ser previsible. Entonces, ya puede ser previsible que «los voy a capturar», son «los malos». No hay capturas por el bitcoin, no hay capturas por el desastre de Los Chorros, no hay capturas por el pacto con las maras, pero sí se captura porque «se niegan» a dar transporte gratuito.
Hay mucha población que no tiene, que anda con diez centavos en la bolsa y no sabe cómo va a hacer mañana. Más del 60 % de la población tiene ingresos menores al salario mínimo. Si te dicen: «Vas a tener una semana de transporte gratis» la gente se pone creativa. Entonces, ya es una operación que está diseñada para reforzar un poder capturando empresarios; está diseñada para, ahora que vengan los buses de China, «tener mayor control y desplazar a esta gente de las líneas; se va a instalar el negocio». La inteligencia artificial, mal que bien, da consejos atinados a un determinado propósito.
Notas
* Fundación Heritage. En su declaración de misión, Heritage afirma estar «construyendo un Estados Unidos donde la libertad, la oportunidad, la prosperidad y la sociedad civil prosperen». Fuente: Truthout,https://n9.cl/imv0i. La Fundación Heritage, es una organización «ultraderechista» que impulsó la Doctrina Reagan en Afganistán, Angola, Camboya, Nicaragua y otras naciones del mundo; proveyó asesoría intelectual y de estrategia política, y apoyo militar y financiero a través del gobierno estadounidense a los principales movimientos anticomunistas de la década de los ochenta. Analistas sostienen que el compromiso, simbiosis y alianza entre Heritage y las políticas Washington en los ochenta fue total. Varios personajes de la fundación han tenido fuertes vínculos con la CIA entre ellos Bruce Klingner, ex director adjunto de la División de la CIA para Corea e investigador principal para el noreste de Asia en el Centro de Estudios Asiáticos de la Fundación Heritage (https://n9.cl/7k10qu)
** Dolarización y vulnerabilidades al lavado de dinero. El Informe de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos del Departamento de Estado de EE. UU. señala que la economía dolarizada de El Salvador, combinada con la libre circulación regional, lo hace atractivo para el lavado de dinero. Factores como el uso predominante de efectivo, la baja bancarización (solo el 37% de la población utiliza cuentas bancarias) y controles aduaneros laxos contribuyen a esta vulnerabilidad. Se identifican métodos como el contrabando de efectivo, empresas fachada y remesas como vías para el lavado de activos. (The Free Library)
Evaluación de medidas contra el lavado de dinero. El Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT), en su informe de evaluación mutua de 2024, analiza las medidas de El Salvador para combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. Aunque el informe no vincula directamente la dolarización con el lavado de dinero, destaca áreas donde el país necesita fortalecer su marco regulatorio y supervisión para mitigar riesgos asociados. (TFMA TR)
Riesgos asociados a activos virtuales. Con la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal en 2021, informes como el de Global Financial Integrity y el Vance Center subrayan la necesidad de reformas urgentes para fortalecer las medidas contra el lavado de dinero y garantizar una supervisión robusta sobre los activos virtuales. Estos informes señalan que, sin una regulación adecuada, la introducción de criptomonedas puede aumentar los riesgos de actividades ilícitas. (Global Financial Integrity)
Conclusión. Si bien no existe una declaración directa de la UNODC que vincule la dolarización con el lavado de dinero en El Salvador, diversos informes y análisis internacionales reconocen que ciertas características de la economía dolarizada, como la falta de controles cambiarios y la alta dependencia del efectivo, pueden facilitar actividades ilícitas. Estos documentos respaldan la preocupación sobre las vulnerabilidades que presenta el sistema financiero salvadoreño frente al lavado de activos.
*** Juego. En el contexto de la teoría de juegos, un «juego» se refiere a una situación en la que múltiples agentes (jugadores) toman decisiones estratégicas, siendo conscientes de que el resultado de sus acciones depende no solo de sus propias elecciones, sino también de las decisiones de los demás participantes. Esta disciplina, que combina matemáticas y economía, busca analizar y predecir los comportamientos óptimos de los individuos en escenarios de interacción estratégica.
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