Cultura

Ilustración: Luis Galdámez
Y el verbo se hizo canto
Carlos Mejía Godoy
Enero 10, 2025
Carlos Mejía Godoy, el talentoso cantautor que conocemos por Son tus perjúmenes mujer y Nicaragua, Nicaragüita, hoy en el exilio de su patria querida, nos comparte su libro Y el verbo se hizo canto. Memorias, en el que presenta 50 canciones «con diversos ritmos, sabores, colores y texturas». Hoy los invitamos a esta mesa servida con una de esas 50 canciones, su letra y una historia relacionada para el recuerdo.
***
Alforja campesina
Letra y música: Carlos Mejía Godoy
Alfforja campesina pinolera
sos el mero escapulario de mi tierra
cuando vienes del pueblo bien cargada
te pareces a una indita embarazada.
Alforja campesina proletaria
olorosa a trigo nuevo y a quebrada
yo te quiero por ser hija de mi brazo
y hermanita menor del calabazo
Dicen que en el chilamate
Juan Carmenate murió
los pocoyos siempre cantan
donde el campesino cayó
ya viene la fiesta de agosto
ya los chinamos ya están en pie
ennavajá el gallo giro
que a don Casimiro le merqué
Novia mía es este broche
un regalo para vos
una flor de sacuanjoche
que corté en la cuesta del Coyol
Yo te ofrezco en esta ronda
mi inflamado corazón
que es una cosa redonda
cargadita de ilusión.
***
Cursé mis últimos años de secundaria en el Colegio Calasanz de León, ubicado en el vecindario del barrio indígena de Sutiaba. El padre Ramón Barberá, director de dicho centro de estudios y profesor de castellano en Cuarto Año, ordenó desde la tarima:
—Bueno, muchachos, vamos a realizar un ejercicio de composición, en prosa, que debe ser entregado el lunes, en letra de carta. Voy a verificar ortografía, sintaxis y contenido temático. Nada de tachaduras. Todo nítido, con tinta negra. No acepto lápiz de grafito. O sea, todos los trabajos deben presentarse con pluma fuente o lapicero. Cada uno de ustedes va a desarrollar un tema de carácter nicaragüense, urbano o campesino.
En una olla de barro «dormían» treinta y dos papelitos. En fila indica fuimos pasando todos y, de manera aleatoria, elegimos el título de la tarea. A Álvaro Taboada le tocó el escudo patrio; a Chicón Rosales, el ave nacional; a Alden Haslam, el caballo ensillado con todos sus arreos; a Carlitos Castro, el rancho campesino. Y así nos repartimos los elementos esenciales de la identidad nacional: el calabazo, la milpa, la troja, la carreta…
Yo crucé los dedos, para que me tocara la guitarra o la marimba de arco. Pero al abrir con ansiedad mi papelito, en tinta azul apareció mi tema: la alforja. Confieso que, de primas a primera, no me entusiasmó mucho el asunto; pero —añorando a mi pueblo natal Somoto— recordé las lindas alforjas de fibra de henequén, tejidas en Mozonte y Totogalpa y teñidas con colores chillantes. Las vendía mi tía Evelina Armijo, en su tienda de la Calle Real. Y los campesinos las llenaban de productos para regresar felices a sus comarcas.
El lunes entregamos nuestros trabajos. Los cinco primeros lugares fueron publicados en la revista literaria La voz del Calasanz. El padre Ramón declaró:
—Las calificaciones más altas fueron: un 10 de Oro para Álvaro Taboada y un elegante 9.75 para Carlos Mejía.
Un fuerte aplauso resonó en aquel hermoso edificio de cuatro plantas, situado en la salida al balneario de Poneloya. El profesor nos felicitó y dijo algo que nos llenó de orgullo: Taboada es clásico, sobrio, apolíneo. Mejía es barroco, metafórico, dionisíaco. Y, aunque yo no entendí mucho, me sonó bonito y desde aquel día no dejé de escribir.
Dos años después, aquella composición en prosa, se transformó en los versos de mi primera canción de acento regional nicaragüense.

«Y el verbo se hizo canto»
Carlos Mejía Godoy
Puede encontrarlo a la venta en www.amazon.comhttps://www.amazon.com/-/es/verbo-hizo-canto-Memorias-Spanish/dp/B0C2SG4Q1L
Carlos Mejía Godoy y su esposa Xochitl Jiménez perdieron su casa y la mayoría de sus pertenencias por un incendio hace pocos días en Estados Unidos. Quienes quieran contribuir a la recolección de fondos para ayudarles, pueden hacerlo en este enlace:
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